Julio Cáceres Arce, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA), habla sobre diferentes temas y en especial sobre la importancia de la minería en el desarrollo de la región Sony Music me esperaba con una agenda de promoción.
A propósito de la Convención Minera, ¿cómo debemos mirar a la región Arequipa y al sur dentro de las posibilidades de expansión minera?
Primero debemos ver a Arequipa como capital de las convenciones y de todo tipo. A diario y en forma semanal la ciudad es sede de actividades que organizan diferentes organizaciones, tanto académicas, civiles, culturales, sociales y en el caso de Perumin 36, empresarial y la convierte en capital de la minería mundial. El sur, en especial Arequipa por excelencia y su geografía, es agrícola, ganadera, industrial y minera. Posibilidades de expansión minera son varias y nuevos proyectos siguen en cartera esperando la luz verde del gobierno para potenciar la economía local y en favor de todos. Se habla de al menos que existen 47 proyectos a nivel nacional con una inversión superior a los 53 mil millones de dólares y entre ellos destaca Zafranal con 1,473 millones de dólares. Hay que mirar con detenimiento esto y gestionar para que se haga realidad.
¿Cómo podemos aprovechar este nuevo boom minero desde las regiones?
Arequipa tuvo varias etapas en su desarrollo, primero en lo académico después de la Independencia, industrial con la llegada del tren y una serie de obras de impacto. De eso estamos hablando hace 2 siglos, después todo se complementaría con el importante rol desempeñado por el puerto de Mollendo-Matarani, donde atracaban en el siglo pasado naves de todo el mundo. Después vendría el impacto generado por Majes I en la agricultura y ganadería, actividades que fueron representativas por años en Arequipa y a ello se sumó la agroindustria que hoy día es importante aportadora del PBI regional, sin dejar de lado a la minería que por años siempre estuvo vinculada al desarrollo regional tal como se presentó hace 15 años con el boom del precio de los minerales, Lo que pasó y pasa en Arequipa debería reflejarse en otras regiones, que pese a contar con ingentes recursos extractivos no se dan por cierta resistencia equivocada. Esperemos que ese boom minero también llegue a ellos, tal como pasa con Apurímac, Ancash y otras regiones que cuentan con importante presencia de minas y reservas.
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Hay quienes piensan que la minería solo beneficia a unos pocos y no ven que es parte del desarrollo integral económico, ¿qué les diría?
Veamos en el exterior a países vecinos que, con una actividad extractiva responsable, como Chile, ahora Argentina apoyando diversos proyectos, Brasil y otros, saben lo importante que representa la minería y que beneficia a todos. Primero generan divisas para el Estado y estas permiten financiar proyectos en cada uno de los sectores, especialmente educación, salud, infraestructura y otros. Debemos dejar de lado la mezquindad y reconocer que esta actividad beneficia a todo un país, en especial Perú y que en la actualidad tiene una de las economías más sólidas del continente, pese a sus problemas coyunturales se mantiene en el camino para seguir creciendo. En Arequipa y regiones del sur, la minería desempeñó un papel trascendental en su progreso y desarrollo. No lo digo yo, lo explican y detallan informes y estudios sociales.
Precisamente es la falta de desarrollo, es ese divorcio entre la expansión industrial o minera y la atención de las necesidades de la población, lo que hace que no se piense en este camino como el mejor para el desarrollo, ¿qué nos hace falta?
Ese divorcio persiste y existe en regiones donde la minería tiene problemas con las comunidades. Sin embargo, hay regiones donde hay una relación armoniosa y constante, con resultados auspiciosos y beneficios para las localidades de impacto. Es cierto que hay voces contrarias a la minería, pero por ello las empresas tienen que seguir invirtiendo en mantener el constante diálogo con quienes tiene relación. Eso pasa en Moquegua, Tacna y Arequipa, de ahí que al menos 70 mil trabajan directamente en actividades mineras y al menos medio millón de personas son beneficiadas indirectamente. Son localidades que tienen indicadores de desarrollo superior a otras y eso hay que seguir explicando, sobre las bondades que representa la minería y que en la actualidad es regulada con normas altamente exigentes para hacerla responsable en el Perú.
¿Cómo ve a Arequipa para los siguientes años? Es decir, hay potencialidades definidas y también inversiones en camino, ¿qué es lo que hace falta para ver mejores resultados que los obtenidos hasta ahora?
En cartera hay una larga lista de nuevos proyectos y si estos entran en operación, entonces hablaremos de la nueva etapa del desarrollo que requiere Arequipa, claro sumado a otros que no solo son mineros, entre ellos el anhelado Majes II y mejora de la infraestructura regional. El desafío está en la mesa y esperemos que las autoridades estén en la capacidad de promover el diálogo necesario y alcanzar consensos para que se ejecuten estos y todos salgamos favorecidos con estas potencialidades que tiene Arequipa. Reitero, será básico el actuar de los gobernantes locales para que construyan los puentes adecuados con los empresarios, concretando nuevas inversiones y desde la Cámara de Comercio e Industria estaremos atentos y preocupados en continuar apoyando y se concrete. Vemos a una Arequipa que atenderá sus problemas y necesidades, gracias al apoyo de nuevos proyectos con inversiones que garanticen el cumplimiento de cada objetivo.