La triste vida de los animales protegidos que quedaron retenidos

Actualizado el 03/06/2018, 12:28 p.m.

En casa las familias suelen tener una mascota, pero no todos son conscientes sobre la necesidad de acoger solo especies domesticadas, más no aquellas cuya vida silvestre las obliga a permanecer en su ambiente.

La vanidad de querer alardear con especies exóticas lleva a las personas a comprar animales salvajes que son alejados de su hábitat para tener que sobrevivir en medio del bullicio de la ciudad.

También están los curanderos que usan ranas para hacer jugos que supuestamente son medicinales, otros prefieren los quirquinchos para alejar a los malos espíritus y hasta hacen el conocido charango de su caparazón.

Esta demanda hace que los comerciantes informales de estas especies, los trasladen desde la comodidad de su ambiente en botellas de plástico, cajas de cartón, pequeñas jaulas, envueltos en ropa; totalmente hacinados y sin alimentación.

Hace 4 años se instaló en Arequipa una oficina del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), a partir de ahí se iniciaron una serie de intervenciones que han terminado en decomisos de 3 mil 126 ejemplares que estaban en cautiverio o eran usadas para diversos fines.

La tarea no es fácil, con solo siete técnicos de campo y una médico veterinaria deben atender las denuncias, participar en operativos y organizar la reinserción de los animales recuperados.

DIFICULTADES

El administrador técnico del Serfor en Arequipa, Luis Felipe Gonzales, dice que al inicio no había mucho apoyo de la población, pero ahora reciben una serie de llamadas telefónicas dándoles información sobre la tenencia de especies protegidas en viviendas, mercados y en tiendas de ventas de mascotas.

“Es lamentable que las personas no se den cuenta del daño que les hacen, muchas veces ya no pueden regresar a su zona de origen porque se acostumbran a ser alimentados por la mano humana, y será imposible para ellos poder sobrevivir por sí mismos”, remarcó.

Cuando hacen las intervenciones las especies recuperadas son llevadas a sus oficinas, donde primero son evaluados por la veterinaria y luego identifican su lugar de origen, en algunos casos cuentan con el apoyo de personal de la Escuela de Biología de la Universidad Nacional de San Agustín. Si ha tenido poco tiempo de contacto con las personas son adiestrados para que puedan regresar a su hábitat.

Los que estuvieron demasiado tiempo en cautiverio tienen que ser llevados a cualquier zoológico a nivel nacional, dependiendo del espacio que tengan para albergarlos.

En Arequipa hay tres centros donde han derivado a la fecha 287 animales. Entre ellos resalta el zoológico de Jesús. Estos lugares son visitados constantemente para evaluar el bienestar del animal.

Además en la actualidad tienen en custodia tres quirquinchos, cuatro águilas, dos tortugas, cuatro loros, tres monos y 20 ranas.

CAZA FURTIVA

A esto se suma la caza furtiva que se da en las partes altas de Arequipa. Según los reportes del Serfor, en 1976 habían 500 vicuñas, pero gracias al trabajo coordinado con las autoridades y los comuneros ahora se tienen cerca de 30 mil de estos animales.

“Son cotizados por su fibra, por eso los cazan con rifles y solo les sacan el cuero para luego retirar la cotizada fibra, los pobladores a pesar que están pendientes no pueden enfrentarse a estas personas ya que tienen armas de fuego”, acotó Gonzáles.

Hasta el año 2017 las multas para las personas que tenían en cautiverio o comercializaban especies prohibidas oscilaban entre las 10 a 5,000 UIT.

Estas sanciones se han modificado para hacerlas más severas y ahora se hace de acuerdo a una fórmulade manera que la sanción sea efectiva.