Lidia Isabel Apaza Apaza (44) es una mujer de acciones. Un suspiro profundo se escucha al otro lado del teléfono, cuando se alista para contar su historia de exitoso emprendimiento en el mundo de reciclaje, con el fin de dar un futuro mejor a sus hijos y contribuir con el medio ambiente.
Madre soltera de 4 niños, trabaja haciendo servicio de courier para una empresa, pero el horario rígido no le permitía estar junto a su familia. En 2008, sin empleo sus vecinas le pasaron la voz sobre charlas dictadas por una organización, el tema era el reciclaje. La idea de convertir desechos en dinero y generar una economía circular por el bien de todos, no solo le cambió la vida a ella, sino a otras 100 mujeres, quienes iniciaron con la Asociación Mujeres Ecosolidarias.
Con formación en estrategia y muchas ganas de salir adelante, empezó a educar a los vecinos de su barrio Mariano Melgar, para que hicieran algo que se llamaba separación en origen. Sus socias hacían lo propio en Paucarpata, Jacobo Hunter y Miraflores. “Cuando uno se concientiza te llena, haces un cambio real por los tuyos y por tu planeta”.
La historia de emprendimiento empezó así, codo a codo entre mujeres decididas. Una integrante prestó un lote vacío de 500 metros cuadrados que usaron por unos 4 años, como central de acopio. “Ahora tenemos con un local de 1,500 metros cuadrados propio en Chiguata, poca maquinaria pero ya es real nuestro proyecto”. Lidia explica que fue una Organización No Gubernamental que cooperó con su iniciativa.
Hoy, 23 socias, la mayoría adultas mayores, integran Mujeres Ecosolidarias, la falta de apoyo de municipio locales no contribuyó a una mayor expansión. “Nuestro trabajo es valorado por otros países, las autoridades locales no han tenido en el abandono, pocos en realidad se interesan por darle una mano a la recicladora”.
La red de asociaciones de recicladoras, en los 4 distritos y con la ruta empresarial recolectan alrededor de 50 toneladas al mes. Cartón, plástico, latas, aceite usado, telas, entre otros, desechos son acopiados de 8 mil familias, así como de 13 empresas que contribuyen con su causa como Caja Arequipa, Scotiabank, Proavance, Conauto, entre otros.
-
Crédito: Facebook de Mujeres Ecosolidarias
Con la pandemia, las recicladoras en situación vulnerable fueron impedidas de salir, poco a poco se reintegran bajo los protocolos de bioseguridad. Recientemente, el Ministerio del Ambiente resaltó la labor de las mujeres recicladoras.
Su historia es ejemplar, sin duda. Y el impacto ambiental aún más. Lidia es consiente que los arequipeños tenemos un largo camino por recorrer respecto al reciclaje. “Hay gente que te permite explicarle y comprende lo que quieres hacer, pero otra no y te lanza la puerta. Esta labor no es fácil, estamos aquí haciendo algo transformador”.
-
Crédito: Facebook de Mujeres Ecosolidarias