Reunir los libros del Premio Nobel Mario Vargas Llosa para la Biblioteca Regional que lleva su nombre, fue una tarea de varios años que estuvo a cargo del primer director de la institución, el investigador jurídico y bibliotecario Mario Rommel Arce Espinoza, quien rememora las peripecias del traslado de las obras que el escritor leía para producir su valiosa obra literaria.
En circunstancias en que Mario Vargas Llosa ha anunciado su retiro de la literatura y el próximo año se cumplen los primeros diez años de la Biblioteca que lleva su nombre, Mario Arce, que además es autor de varios libros y gestor cultural, recuerda cómo fue posible que el legado bibliográfico del laureado escritor permaneciera en su ciudad natal, donde nació en 1936.
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¿Qué favoreció la decisión de Vargas Llosa de donar su biblioteca?
Decidió donarlos por las muestras de cariño de su ciudad natal cuando recibió el Premio Nobel de Literatura 2010. A su llegada a la ciudad de Arequipa, en marzo del 2011, la población mostró su enorme simpatía y admiración hacia él, incluido, por supuesto, la inauguración de la Biblioteca Regional que lleva su nombre, por iniciativa del entonces gobernador regional Juan Manuel Guillén Benavides. La creación de cuatro centros culturales (Biblioteca Regional, Biblioteca de MVLl, Casa Museo y Teatro) acreditaba la mejor disposición del GORE para conservar adecuadamente la valiosa colección de libros.
¿Cómo se concretó la idea de traer los libros de Vargas Llosa?
Cuando anunció que donaría su biblioteca, fue necesario contar con un local para albergar unos 40 mil volúmenes. Ese mismo año, el 2012, el Gobierno Regional adquirió la casona contigua a la Biblioteca, ubicada en la tercera cuadra de la calle San Francisco, que fue restaurada y puesta en valor. Entonces, me entrevisté con Mario en Lima para coordinar con él la entrega de sus libros.
¿De qué lugares procedieron los libros?
Los más de 23 mil ejemplares, entre libros y revistas, proceden de sus casas de Lima y Madrid. Son libros de literatura, cine, arte, teatro, religión, filosofía, historia. También nos entregó, como un valioso patrimonio, sus objetos personales como medallas, premios y reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera literaria, además de su singular colección de hipopótamos, su animal favorito.
¿Cómo se realizaron las entregas?
En su mayoría, llegaron de Lima. Conocí maravillado la biblioteca de Vargas Llosa en su departamento de Barranco. Los libros lucían muy bien conservados, clasificados por temas y organizados en función del autor. La responsable del trabajo era Rosario Muñoz-Nájar Ballón-Landa, su secretaria, con quien revisamos el inventario de los libros donados, durante cinco años consecutivos. El equipo de la Biblioteca se encargó del embalaje. Los libros pasaron por mis manos y en su mayoría tienen notas de Mario y llevan un ex libris de su biblioteca.
¿Cómo se eligió la tradicional casona?
En esa época, la casona contigua a la Biblioteca Regional se puso en venta y el GORE la adquirió para albergar los más de 23 mil libros donadoshasta ese momento. Allí funcionó el Colegio Arequipa, cuya directora fue la maestra Amelia Díaz Valdivia, propietaria del inmueble. En el siglo XIX, fue propiedad de la familia del ex presidente Francisco García-Calderón Landa y luego del abogado y magistrado Manuel Macedo. Se habilitaron tres salas de lectura con estantería cerrada y desde el 2015, funciona el servicio de préstamo de libros para sala, para investigadores y público en general.