Las promesas y compromisos de los funcionarios de la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) respecto al retiro de los vendedores ambulantes de la Plaza de Armas y calles aledañas, solo quedaron en palabras.

El gerente del Centro Histórico, William Palomino, admitió que a la comuna le falta firmeza en este tema. Sin embargo, piensa que ha disminuido a comparación de lo que encontraron a inicios de año.

“En los primeros días de la gestión había comercio ambulatorio en las calles San Francisco y Santa Catalina, pero ahora ha bajado”, enfatizó.

En el caso del personal de la Policía Municipal, dijo que hay una de estas personas por cada cuadra de la macromanzana y no se requieren más custodios. Lo que se hace necesario es poner en práctica otras estrategias para que la MPA logre erradicar a los informales.

A ello se suman los “jaladores”, que diariamente suelen estar en las puertas de las agencias de viajes y hasta han llegado al centro de la Plaza de Armas, donde junto a los vendedores ambulantes de diversos productos abordan a los turistas locales y extranjeros.