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“Yo no puedo defenderme porque me golpean en el marcapaso”, dijo ayer una menor de 9 años del colegio República de Francia.

Aunque el director Gonzalo Arias Paredes, el profesor del aula José Llerena y algunos padres de familia del salón, aseguraron que la niña no sufre maltrato, ella confirmó ser víctima de agresiones y bullying a manos de sus compañes de aula.

VERSIÓN. No es una niña tímida, al contrario es atrevida, segura de sí misma, pues mientras los padres de familia nos indicaban que la madre era problemática por considerar a su hija “como un vaso de cristal” y reclamar por cualquier juego de los niños, la menor a quien llamaremos Flor para proteger su identidad, escuchaba atenta y sin ningún temor, casi en el círculo del diálogo.

Flor lleva el marcapaso que le ayuda a llevar el ritmo de su corazón, desde diciembre del año pasado, debido a su problema cardiaco. Por ello, no puede jugar, ni participar en actividades, como el resto de sus compañeras.

“Yo quiero tener amigas, pero ellas no quieren. Dicen que el marcapaso es contagioso, pero la verdad es un instrumento para que siga viviendo”, confesó acercándose al oído, para evitar que sus compañeras la escuchen.

La niña ha faltado al colegio hace 9 días, quiere seguir estudiando, pero en estos momentos no le gustaría volver al colegio.

Sin embargo, su madre María Lourdes, informó que volverá a las aulas desde el próximo lunes, pues hasta ayer estaba en revisión y con reposo por recomendación de los médicos de Cardiología del hospital Honorio Delgado.

“Yo protejo a mi hija para que esté viva y no para que esté muerta”, enfatizó. Aseguró que en lo que va del año, la menor acudió al hospital 5 veces, a consecuencia del bullying y los malestares en su corazón.

ACUERDO. A pedido de la madre, ayer la Ugel Sur y el director de la institución, firmaron un acuerdo para un mejor trato hacia la estudiante.

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