La pandemia por la COVID-19 ha ocasionado que se ponga en riesgo la salud de los menores de edad. El confinamiento para evitar el contagio del mortal virus hizo que los padres de familia dejaran de vacunar a los niños abriendo una ventana para que enfermedades como la difteria o el sarampión puedan atacar los organismos no inmunizados.
El caso de una menor de cinco años a quien se le detectó la difteria en el hospital Dos de Mayo de Lima ha provocado que el Ministerio de Salud emita la alerta epidemiológica 024-2020 para fortalecer la vigilancia de un posible brote de la enfermedad que en Arequipa no se registra desde hace 20 años.
La niña solo recibió una sola vacuna y la falta de inmunización la dejó expuesta a la bacteria altamente contagiosa, por lo que la alerta recomienda también intensificar la vacunación en los establecimientos de salud para cerrar la brecha de más del 40% de menores no vacunados.
El director de Epidemiología de la Gerencia Regional de Salud, Jorge Velarde Larico, sostuvo que en el calendario de vacunación, los infantes son inmunizados contra la difteria a los 2, 4, y 6 meses y ante la aparición del brote se recomienda que reciban dos más a los 16 meses, y entre los 3 a 5 años.
La preocupación está en que la mayoría de los menores de cinco años no han sido vacunados durante la pandemia, en el calendario regular de la vacunación a la fecha el 80% de los menores de 5 años deberían haber recibidos sus vacunas completas.
“Tenemos que estar alertas porque alrededor de nuestro país, por lo menos en Chile, Colombia y Venezuela, se han registrado casos de difteria durante el transcurso del 2020. Ante la apertura de las fronteras, en cualquier momento puede ingresar un portador y contagiar a un niño o niña que no esté protegido. Eso es lo que debemos evitar”, refirió Velarde .
Los especialistas en Salud refieren que un paciente contagiado con la difteria puede infectar hasta siete personas y los síntomas que desarrollan son similares a los de un resfrío, es decir, dolor de garganta, fiebre y tos, y sumado a ello sangrado nasal.
En el tracto respiratorio se forma una placa que puede bloquear la respiración y conducir al paciente a la muerte.
Un paciente que sea detectado con la enfermedad debe ser aislado durante 14 días y en la primera semana recibir tratamiento con antibióticos, además de ser inoculado con una antitoxina, pasado el tiempo de aislamiento se toman muestras que son analizadas en el laboratorio para saber si se superó la enfermedad.
La difteria no es la única enfermedad que causa preocupación en el sector Salud, el sarampión es también altamente transmisible y está en vigilancia, pues es una infección viral que se puede prevenir con la vacuna.
“Estamos en riesgo ante estas enfermedades porque estamos desprotegidos. Hay que hacer énfasis en la vacunación y recomiendo a los padres de familia que lleven a sus menores hijos a los centros de salud para ser inmunizados, no esperen las campañas”, remarcó el epidemiólogo. El 7 y 8 de noviembre será la segunda jornada nacional de vacunación.