Imagen
Imagen

Son ya 15 años los que Crispín Vidal Ticona (40) permanece desconectado de la realidad, tiempo en que, además, está internado en el departamento de Psiquiatría del Hospital Honorio Delgado Espinoza debido a que una sentencia judicial lo confinó a pasar allí 17 años por haber intentado violar a una persona.

Su discapacidad mental solo le permite recordar ciertos momentos de su vida; sin embargo, cuando uno se le acerca, señala susurrante: “Por favor, llame a mi familia, quiero irme. Yo soy de La Joya”, para de inmediato volver a su mutismo e incesante trajinar por los pasillos, actividad que interrumpe cuando llega su madre, la única persona que lo visita.

El jefe del Servicio de Psiquiatría del nosocomio, Elvis Alvarado Dueñas, explica que ahí viven 15 presos, de los cuales 7 fueron internados por mandato del Poder Judicial y 8 por el Ministerio Público.

A Ticona, que es el decano, le sigue Julio Huayta (50), quien tiene esquizofrenia. Parece que nadie lo recuerda porque en los 13 años que lleva en el lugar ninguna persona ha ido a verlo, realidad que el mismo ratifica al asegurar que tiene familia.

Le quedan 4 años de condena por haber asesinado a su padre. Él proviene de la región Puno.

De acuerdo con el médico Alvarado Dueñas, a los tres años de tratamiento fueron dados de alta y están en condiciones de recibir tratamiento ambulatorio en la prisión, pero no es posible debido a que las autoridades no se preocupan por ellos.

“Quieren irse. Son un peligro por sus conductas antisociales, no deberían estar aquí. Han venido del Poder Judicial y Ministerio Público, de donde me pidieron informes, pero no se hace nada”, lamentó Alvarado, quien indicó que a pesar que realizan actividades recreativas el encierro los afecta mucho.

Al menos a estos reos les queda tres o dos años de encarcelamiento, pero esa suerte no correrá José Luis Arco (28), quien debe pasar el resto de su vida en el establecimiento. Su ingresó fue hace un año y desea regresar a la sociedad.

El médico jefe criticó que los responsables no hagan nada al respecto porque a veces disponen la entrada de pacientes por un mes, pero terminan quedándose de por vida. “Ocupan casi el 50% de las camas. Cuando viene alguien por intento de suicidio u otra emergencia, no podemos atenderlo”, expresó. Señala no tener inconveniente en tratarlos, pero que no es necesario que permanezcan hospitalizados.

El director del Honorio Delgado, Octavio Chirinos, refirió que se generan problemas entre los pacientes antiguos y los nuevos, pero no pueden negarles atención porque serían denunciados. Relató que fueron multados con dos UIT (7 mil 600 soles) por no asistir a un reo debido a que no había camas disponibles.

Así, dejamos el lugar, el médico esta por cerrar la puerta de ingreso al área de Hospitalización, momento en que Crispín Vidal pide nuevamente que llamen a su familia. Es lo último que oímos mientras cruzamos la salida.