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En los últimos años, el nivel de la Orquesta Sinfónica de Arequipa (OSA) ha mejorado notablemente.
“En el 2012, cuando ofrecíamos conciertos, había más gente en la orquesta que en el público”, bromeó el director musical Pablo Sabat en entrevista para Correo. “Ahora los locales se llenan”, agregó.
pasión. Pablo Sabat llegó a Arequipa en 2012 para dirigir la OSA. Encontró un equipo de 23 personas amantes de la música; sin embargo, su pasión no era suficiente para atraer público.
Desde entonces, establecieron un ritmo de ensayo diario. Empezaron tocando repertorios sencillos y se fue elevando el nivel conforme iban progresando.
“Lo bueno de estos artistas, además de su talento, es que tienen buena actitud y le ponen mucho empeño”, apuntó Sabat.
Tres años después, son 50 músicos capaces de interpretar sinfonías tan complejas como las de la Johannes Brhams o Joseph Hayden. Realizan entre 3 y 4 presentaciones cada mes. Los logros y reconocimientos son varios. Aún así, hay cosas que necesitan afinarse pronto.
La realidad es esta: 50 músicos talentosos y solo 12 instrumentos propios con los que cuenta la Dirección Desconcentrada de Cultura, y además obsoletos.
“Hace tiempo hemos pedido al Gobierno Regional de Arequipa que nos apoye con la implementación de instrumentos musicales, pero el trámite ya lleva varios años y no sale”, se quejó el director.
CONCIERTO. Pese a las debilidades, Sabat asegura que la Orquesta Sinfónica ha mejorado mucho.
Efectivamente, así lo demostraron la noche del último viernes en un concierto realizado en el Templo de la Tercera Orden. Durante la gala, vísperas de su 76° Aniversario de fundación, hicieron muestra de su destreza e interpretaron la compleja Sinfonía I de Bramhs y “El Milagro” de Haydn.
El recinto volvió a llenarse por un público enamorado de la música clásica gracias a esta calidad alcanzada en base a constantes ensayos, donde cada uno de sus integrantes entrega lo mejor de su capacidad y talento para darle al público de Arequipa, la oportunidad de gozar de la música culta.
