​Policía que superó la COVID-19: “La batalla más difícil de vencer es la violencia contra la mujer”
​Policía que superó la COVID-19: “La batalla más difícil de vencer es la violencia contra la mujer”

Lidiar con personas violentas y salvar a mujeres golpeadas es una tarea muy dura, pero para la suboficial de segunda PNP Joceline Peralta Mollocondo, la lucha que más miedo le provocó fue vencer al coronavirus. No solo tuvo que vencer la enfermedad, sino pasar los días con el remordimiento de haber contagiado a toda su familia.

Pese a ello, salió victoriosa y hoy sigue en sus actividades.

¿Cómo se contagió? 

Nosotros estamos en la calle y dentro de la comisaría. Cuando conocemos un hecho de violencia familiar, tal vez con lesiones evidentes, tenemos que ir al lugar, detener al agresor y hacer la denuncia correspondiente. Ahí es donde me expuse al igual que mis compañeros. Tuve un leve proceso gripal, no común, fue fuerte, bastante congestión nasal, dolor de cuerpo, de garganta, fiebre y dolor de pecho. Fui al Hospital de la Policía, donde nos hicieron la prueba correspondiente y salí con el resultado positivo.

¿Cómo asumió el hecho de contraer una enfermedad que prácticamente no tiene cura? 

Enfermarme con COVID-19 ya era la muerte. Creo que muchos pensamos que contagiarnos es todo lo que escuchamos: entrar a UCI, necesitar oxígeno y morir. Entonces, en lo primero que pensé fue en mi familia, tengo un hijo pequeño, vivo con mi abuelita de 90 años y cuando me enteré de que estaba infectada, el temor fue por ellos.

¿Los contagió? 

Cuando uno termina de trabajar, uno se cambia, se baña y se va a su casa, por más cuidado que tengas, en mi caso, los llegué a contagiar no solo a ellos, sino también a mis familiares que viven cerca a mi casa. Contagié a mi mamá, mi esposo, mi hermano, mi hijo, mi abuelita, mi tía, mi prima, y entonces me sentí mal, emocionalmente estaba desesperada. Puedo aceptar que yo me haya contagiado, pero aceptar que contagié a toda mi familia, fue doloroso.

“Puedo aceptar que yo me haya contagiado de COVID-19, pero aceptar que contagié a toda mi familia, fue doloroso”

¿Cómo superó la enfermedad? 

Los 15 primeros días han sido bien difíciles, más por la salud de mi abuelita, pero gracias a Dios hemos cumplido con las recomendaciones de los médicos y con el apoyo que nos dio la Policía, salimos bien de esto.

¿Cuánto tiempo estuvo en aislamiento?

Estuve 28 días y por seguridad pedí 15 día de mis vacaciones, porque tenía miedo de contagiar a mis compañeros de trabajo. A los 45 días recién me reintegré.

En comparación a meses antes de la crisis sanitaria, ¿es complicado el manejo de los casos?

Sí, es más complicado atender a las víctimas, porque no podemos conversar como antes, tener ese acercamiento, pero intentamos que el trato sea el mismo, tenemos que seguir trabajando, tenemos que seguir yendo casa por casa a visitar a las víctimas, darles apoyo. Es mucho más fuerte de lo que era antes también porque hay más casos de violencia familiar, los índices no han bajado. Nosotros seguimos trabajando, vamos con temor, con miedo, por más que nos protegemos, la situación que se vive es complicada.

Ser policía es una labor muy sacrificada, ¿qué le diría a sus colegas que están atravesando por lo mismo? 

Estamos en pie de lucha y tenemos que seguir, somos personas, tenemos temor, pero también somos policías y estamos prestos a luchar y morir por el Perú, como dice nuestro himno. Es duro, difícil, pero debemos seguir.

11 años de experiencia laborando en dependencias de la Policía Nacional.

32 policías han perdido la vida en la región desde que comenzó la pandemia.

Policía. Laboró en el Albergue de Menores de la Policía en Arequipa, Policía de Tránsito y comisarias de Jerusalén y Cerro Colorado, en este último lleva 4 años trabajando en la sección de Familia.

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