El jefe de Estado fue recibido por la gobernadora regional de Arequipa Kimmerlee Gutiérrez Canahuire, el prefecto  Yeremi Torres, la congresista de Perú Libre María Aguero, entre otras autoridades. (Foto: Leonardo Cuito)
El jefe de Estado fue recibido por la gobernadora regional de Arequipa Kimmerlee Gutiérrez Canahuire, el prefecto Yeremi Torres, la congresista de Perú Libre María Aguero, entre otras autoridades. (Foto: Leonardo Cuito)

Siempre la llegada de un presidente a la región es sinónimo de anuncios y proyectos, más aún que Arequipa está próximo a cumplir 482 años de creación, en su lugar, solo vimos al mandatario Pedro Castillo entre abucheos, gritos y arengas, quien llegó ayer a nuestra ciudad para inaugurar el observatorio vulcanológico del Instituto Geofísico del Perú, en el distrito de Sachaca.

El jefe de Estado fue recibido por la gobernadora regional de Arequipa Kimmerlee Gutiérrez Canahuire, el prefecto Yeremi Torres, la congresista de Perú Libre María Aguero, entre otras autoridades, además, fue escoltado por 20 camionetas oficiales que irrumpieron el tránsito de las principales avenidas de la ciudad por varios minutos.

Rechazo y respaldo recibió ayer el mandatario en su visita a Arequipa. (Foto: Leonardo Cuito)
Rechazo y respaldo recibió ayer el mandatario en su visita a Arequipa. (Foto: Leonardo Cuito)

Antes de llegar a Sachaca, el presidente no tuvo mejor idea que inspeccionar el hospital III de Yanahuara, sin embargo, un grupo de ciudadanos que esperaban atención en los exteriores del nosocomio, protestaron contra Pedro Castillo, incluso lo llamaron corrupto, esto por las cinco investigaciones en su contra, las licitaciones millonarias a empresas cerca al entorno presidencial, entre otros. “¿A qué ha venido? ¿A provocarnos?, ¿A burlarse de nosotros?”, dijo una ciudadana al notar la presencia del mandatario. “Has entrado al poder para enriquecer a tu familia”, señaló molestó otro ciudadano, mientras otros repetían que renuncie a la presidencia.

Tras la inauguración del local en Sachaca, el mandatario decidió dar algunas declaraciones pero no tuvo propuestas concretas de desarrollo para la región. Tampoco confirmó su visita para el 15 de agosto. “La propuesta es en salud y educación. Sería irrespetuoso si no lo hago a través del gobierno regional y las autoridades”, fue lo único que dijo.

El mandatario cerró su visita a la Ciudad Blanca en Tiabaya. (Foto: Leonardo Cuito)
El mandatario cerró su visita a la Ciudad Blanca en Tiabaya. (Foto: Leonardo Cuito)

Y es que al jefe de Estado le molesto que se le consulte sobre sus investigaciones fiscales y el pedido de inhabilitación que prepara el congresista de Acción Popular Wilson Soto, esto por intentar ceder mar a Bolivia. Castillo señaló que ello no es importante. Alguna pregunta que le interese al país. Yo no voy a responder esos temas que están en investigación. Nosotros hemos venido a impulsar el desarrollo del país”, enfatizó.

Lo que sí se hizo notar es la portátil que acompañó al jefe de Estado que estuvo con él desde que piso suelo arequipeño Los asistentes pedían el cierre del Congreso, nueva Constitución, entre otras demandas. Entre los dirigentes más notorios estuvo el vocero del valle de Tambo, Miguel Meza, candidato a la Municipalidad Distrital de Cocachacra por el partido Perú Libre. Junto a él estaban otros dirigentes que decían ser autoconvocados, pero no supieron responder respecto las diferentes movilidades que habían en los exteriores del observatorio que servia de traslado a los ciudadanos.


Pese al fuerte resguardo policial, los simpatizantes de Pedro Castillo lograron subir hasta la zona donde se realizaba la ceremonia de inauguración y en todo momento repitieron el cierre del Congreso. Las arengas eran apoyadas por la legisladora María Aguero, quién junto al prefecto Yeremi Torres no se despegó del mandatario.

La tarde del presidente culminó en un almuerzo junto a sus ministros en el área de comida del mercado Municipal de Tiabaya, a su salida, subió a una camioneta para agradecer a la población que lo apoyó, también hubieron vecinos que lo llamaron traidor.