¿Sabías que… en el Museo de Santa Teresa se tiene una interesante colección de imágenes del Niño Jesús en diversos materiales?

La imagen de Jesús Niño recién nacido se difundió mucho en iglesias, conventos, monasterios y casas en el Perú virreinal.

En el Monasterio de Santa Teresa, las religiosas tienen la tradición de tener cada una de ellas una imagen del Niño, lo que ha incrementado el número de estas imágenes al interior de la Clausura.

ORIGEN. Los escultores del Cusco, con gran habilidad manual, desarrollaron una serie de técnicas particulares en la talla y policromado de esculturas, por lo que son muy reconocidos los llamados Niños Cusqueños, cuyos detalles en los acabados son muy interesantes.

En la Sala de la Natividad del Museo de Arte Virreinal de Santa Teresa, se exhibe una pequeña parte de la colección de imágenes del Niño y entre esas piezas está la escultura que presentamos en esta nota.

Se trata de una imagen que no supera los 40 centímetros de largo y, que íntegramente tallada en madera, está policromada, tiene un acabado de sutil y fino brillo que recuerda al de la porcelana.

El Niño, vestido con una túnica de hilo y encajes de época, tiene la peluca de cabello natural, los ojos pintados en vidrio y un trocito de espejo en el paladar, para dar la idea de la natural humedad que se tiene al interior de la boca.

Estas características nos ponen ante una escultura hecha en el Cusco, a mediados del Siglo XVIII, en pleno periodo barroco.

Esta preciosa imagen se complementa con una cuna con dosel, también tallada en madera, dorada con pan de oro y con aplicaciones de espejos, para darle mayor brillo. El conjunto es una verdadera joya de la imaginería cusqueña del Siglo XVIII.

ARTE.De líneas virreinales, el niño Jesús tiene un vestido con una túnica de hilo y con encajes de la época, inclusive su peluca es de cabello natural.

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