Reconocido músico iniciará su gira al extranjero
Reconocido músico iniciará su gira al extranjero

Inició su carrera musical siendo autodidacta. En el 2006, la Residencia Unesco-Aschberg-MMM (Canadá) le abrió las puertas para cumplir uno de sus sueños más grandes con el proyecto documental Sonidos vivos, tras nombrarlo ganador mundial de la beca para artistas. 

Actualmente, Lucho Quequezana, quien es un músico reconocido por su sensibilidad y gran pasión, está por iniciar su recorrido artístico por el Perú y el mundo con Pangea, su último disco.

¿Cuándo descubres tu afinidad por la música?

A los 11 años, cuando viajé a Huancayo con mi familia descubrí la música y me pareció increíble. A partir de ahí no dejé de tocar un solo día de mi vida. 

¿A qué edad decides dedicarte a este arte? 

Empecé a componer a los 13 años, más o menos. El grupo que formé con mi hermano empezó a crecer, pero a esa edad no tenía la idea de cobrar por lo que estaba haciendo. Cuando termino el colegio es que me doy cuenta de que me puedo dedicar a eso.Antes se pensaba que la música no era un profesión... Sí, ahí es donde inician los problemas con mi familia y con el pensamiento de la sociedad en esa época. Los músicos tenían una mirada muy subestimada, no se tomaba la música como una profesión seria. Ahora es todo lo contrario. Ahora quien estudia música sabe que existe una posibilidad de desarrollar una carrera. 

¿Con qué instrumento surgió tu primera conexión?

Yo tenía la idea de que no podía tocar, porque a los 4 años, en una clase de flauta dulce, no me salía nada. Hasta los 11 años, toda mi infancia crecí pensando que no podía tocar un instrumento. Luego, en Huancayo tuve una zampoña en mis manos y me di cuenta de que podía producir un sonido, ese fue el punto de quiebre en mi vida. 

¿Te consideras melómano? 

Sí. Creo que tener un instrumento a los 11 años hizo que empezara a devorar todo lo que pasaba por mis manos. En esa época yo era una especie de “caza casetes” y “caza CD”. 

¿Qué crees que ha sido clave para tu carrera? 

Algo que me ayudó muchísimo es que no tenía ningún prejuicio sobre la música que encontraba. No era de los que dice “yo no escucho esto” sin ni siquiera haberlo escuchado. Empecé a devorar música, más allá de determinado género, eso me ayudó también a desarrollar mi percepción respecto a lo que hago ahora. 

Se critica al reggaetón, trap y tantos otros géneros modernos, ¿qué opinas al respecto?

Las letras ofensivas del reggaetón las puedes encontrar en cualquier otro género. Tenerle prejuicio al género no es lo correcto, porque hay muchos artistas que están creando otras formas de expresarse que son válidas. Cuando escucho música, trato de no pensar en eso, y ello me permite que al ponerme los audífonos pueda zambullirme en esa piscina inmensa y enorme sonora en donde no busco una sola ruta para poder disfrutar. 

¿Qué es la música para ti? 

Es un idioma. Lo que hacen los artistas es usar la notas, que son lenguaje de todos, para crear un discurso o una propuesta sonora. Entonces, no importa de dónde eres porque un buen acorde, unas buenas notas, una buena melodía, el color de un instrumento te van a mover y erizar la piel de la misma manera, seas de donde seas. 

¿Cómo describirías tu último disco Pangea? 

Pangea es el primer continente que existió hace cientos de millones de años. En mi disco hay composiciones propias que están en ritmos de medio oriente, grabados con instrumentos de varias partes del mundo; sin embargo, las raíces peruanas están muy presentes aunque de una manera muy contemporánea. 

¿Con qué artista peruano te gustaría o te hubiera gustado compartir escenario? 

Con Yma Súmac, me parece que ella es la artista más internacional que hemos tenido. Creo que para cualquier músico o compositor hubiese sido un honor y una delicia haber trabajado musicalmente con ella.

TAGS RELACIONADOS