Siembra y uso eficiente para garantizar disponibilidad de agua
Siembra y uso eficiente para garantizar disponibilidad de agua

El agua es vida y sin ella todos pueden perecer. Aunque este mensaje es constante, no todos se han dado cuenta de la importancia de cuidar el recurso para asegurar nuestra supervivencia. Arequipa depende del sistema de las represas Pillones, El Frayle, El Pañe, Dique los Españoles, Bamputañe, Chalhuanca y Aguada Blanca, donde se almacena lo necesario para consumo humano, agrícola e industrial

El secretario ténico del Consejo de Recursos Hídricos, Ronald Fernández, indica que se tiene un plan de disponibilidad de agua solo hasta el 2021, sujeto a las temporadas de lluvias. “Todo depende del cambio climático, en la actualidad estamos en una temperatura de 1.4° grados, si se eleva a 1.7° se pueden presentar años secos ”, asevera.

Como parte de lo planificado, trabajan con el programa Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la embajada de Canadá, en la siembra y cosecha de agua en la parte alta de la región. Esta tarea consiste en construir pequeños reservorios donde almacenan entre 30 y 60 mil metros cúbicos en temporada de lluvias, y la usan para regar pastizales de agosto a setiembre.

En el trayecto del Chili ya hicieron 25 de estas infraestructuras, pero no es suficiente ya que solo garantizan el riego de unas 4 mil hectáreas de las 500 mil de pastos naturales. “Si el gobierno regional y nacional brindarn apoyo podemos hacer más micro represas y con ello tener pastos verdes que van a genera agua en el suelo que llegará a la ciudad”.

También invierten en zanjas de infiltración, repoblamiento de la pradera andina y sensibilización con las comunidades campesinas para que no haya sobre pastoreo. Con esto se proyecta tener mayor cantidad de agua en los ríos como Sumbay, Blanco y otros que están en la zona alta.

Fernández asegura que no es necesario construir más represas en los próximos 30 años, la mejor garantía es la siembra de agua con la conservacion de los pastizales y otras especies arbóreas ya que ellas aseguran que el recurso llegue al suelo hasta los ríos.

USO EFICIENTE. Otro problema que pone en riesgo el recurso hídrico, es la falta de concienca. A la fecha cada persona gasta 140 litros al día, cuando lo ideal sería 90, pero dejan los caños abiertos, riegan veredas, tienen instalaciones con fugas, entre otros defectos.

En el caso de las actividades agrarias, también existen inconvenientes ya que se sigue regando por gravedad, cuando se debe cambiar a sistema tecnificado como aspersión, goteo y computalizado, en esta actividad se pierde casi el 60% de agua.

“Hay que pensar que no se tiene una cultura del agua, nos olvidamos que vivimos en un desierto, no estamos concientes que tenemos una continuidad de 24 horas, cantidad que es favorable a comparación de Tacna donde solo llegan a 6 horas y en las zonas altas a 2 horas. Se debe hacer un uso conciente, sobre todo en el tema agrario y poblacional”, concluye Fernández.

QUEÑUALES. Otro de los trabajos es la recuperación de los quñuales, a cargo de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), con ayuda de la ONG Desco, administradora de dicho lugar, desde el 2007, y con siete años más por delante.

A ello se suman las campañas de reforestación que organiza el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) del Ministerio de Agricultura y Riego, ellos siembran las mismas plantas ya que tienen la peculiaridad de captar mayor cantidad de agua en el subsuelo.