Farid Rodríguez: "Siempre supe que debía dedicarme a hacer cine"
Farid Rodríguez: "Siempre supe que debía dedicarme a hacer cine"

Cuenta que para producir su primer largometraje tuvo que realizar dos polladas. Farid Rodríguez vive en Lima y se ha convertido, probablemente, en uno de los directores de cine más joven del país. A sus 22 años ha dirigido tres películas, las cuales han sido presentadas en el Centro Cultural Peruano Norteamericano. Diario Correo conversó con él sobre su trabajo cinematográfico.

¿Cómo empezó esta afición por el cine?

Apenas salí del colegio me metí a estudiar dirección de cine en el Instituto de Comunicación Charles Chaplin, por tres años . Al segundo grabe el corto llamado Periodista, que dura 2 minutos. Era una idea muy pequeña de hacer una metáfora no tan sutil, sino ponerla en un contexto que pueda resultar absurda. Literalmente trata sobre la gente que lee las noticias y no las analiza, simplemente las lee por leer. En ese tiempo tenía 18 años.

¿Cuál es el concepto de tus películas?

Por lo general los espacios. Trato de que, en el caso de los tres largometrajes, que nacen a través de querer mimetizar o contrastar los personajes en los que ellos mismo se desenvuelven, un poco tratar de no ver, en la primera, era la falta, de rutina que tiene un personaje que hace disecciones a los cadáveres. Se me ocurrió que en vez de hacer una película sobre su rutina más bien lo puse en la situación de qué haría sin tener esta rutina. Está en su lugar de trabajo, pero no llegan cadáveres, es como una eterna espera, él tiene un aspecto sin vida, súper delgado no tiene comunicación con los vivos, el único contacto que tiene es con los cadáveres.

¿En el caso de “J”?

Ese largometraje se grabó en Huacho. Llevé una cámara, un trípode, sin pensar que podía hacer algo, pero vi al personaje principal en un contexto que nunca la había visto. Ella es una persona muy querida porque trabajó en mi casa. Entonces, lo que me interesó fue hacer la película en un ambiente paisajista y Huacho era el más indicado, explotando los lugares sin que lleguen a ser estampas. Yo sabía que ella trabajaba en una zona un tanto caótica, vendiendo emolientes, por la contaminación sonora y los carros que pasan muy cerca a la esquina, daría la impresión que los micros se van a chocar o van a impactar contra ella. Es un peligro al que muchas personas que se dedican a esto están expuestas. La parte más humana puede ser cuando aparece cierto romanticismo, pero fuera del canon estéticamente establecido.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Ahora grabé, hace poco, no sé si será un corto o medio, pero lo voy a hacer con gente de mi edad, no me siento mucho de mi generación han algunos temas que no se encuentran en estas películas. debido a que la ciudad siempre ha sido un personaje más, Lima es una ciudad vacía nocturna, crea cierto rechazo con todo, siempre he querido retratar una cierta mirada inconforme con la ciudad. Ahora el tema surge del miedo común que hay en la gente al caminar muy tarde en la noche por las calles, siempre está como expectante a que suceda algo, a que salga un par de pirañas de una esquina y las asalte, pero no quiero grabar exactamente el acto delictivo, sino la atmósfera creada antes de que eso suceda.

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