Sobrepeso en miembros de la Policía se debe al mal rancho en comisarías

Una carrera de confraternidad entre civiles y policías fue el inicio de una hondonada de cuestionamientos respecto a la alimentación de los efectivos policiales, aún más cuando se reveló que 2 de cada diez custodios tiene sobrepeso.

Para el general a cargo de la región policial de Arequipa, Enrique Blanco Ridoutt, esta no es sino la prueba de dos factores: el sedentarismo de los “viejos oficiales y suboficiales” y la mala alimentación de los miembros de la orden.

La reflexión no fue difícil. Recién esta semana se hizo pública la disposición del alto comando de las fuerzas policiales para instaura una hora diaria de ejercicio en cada comisaría, jornada ineludible para quienes tiene la urgente necesidad de mantener el físico y perder peso. La obesidad es ahora limitante para un ascenso.

Sin embargo, nada se dijo sobre la alimentación de los efectivos en servicio. La institución asigna apenas 6 soles con 20 centavos por día para dos comidas (desayuno y almuerzo o almuerzo y cena). Lógicamente lo que abundan son harinas (pan, fideos , arroz, papas) y las idas y vueltas de los policías hacia los puestos de venta cercanos a las comisarías, pues las raciones son tan cortas que no los llena. Curiosamente, un perro policía tiene hasta el doble de monto asignado para su comida del día. ¿Cómo se explica esto? Una semana después de este cuestionamiento no se tiene una respuesta.

PLEITOS. El otro lado de la moneda la protagonizaron los propietarios de unidades de transporte que hacen servicio hacia Cayma cuando se unieron para oponerse a la circulación de la empresa Travic S.A. de la que dijeron opera sin permiso de la comuna distrital, pero al amparo de la Municipalidad Provincial de Arequipa.

Bastó con poner las unidades en fila al rededor de la plaza distrital y portar carteles para hacer ver que el desorden en las rutas, por lo menos en esa zona lo promueve precisamente el organismo que más interés debería tener en el ordenamiento del tráfico.

Sin embargo, lejos de mala dieta y pleitos de transportistas, trascendió el llamado de atención del Colegio de Periodistas a los intentos para amedrentar a los hombres de prensa a cargo de investigaciones que sirven para fiscalizar a la administración pública, así como el reconocimiento a destacados periodistas, muchos de ellos de paso por Correo.