​Sospechosa por COVID-19 muere en casa y tardan 24 horas en levantarla
​Sospechosa por COVID-19 muere en casa y tardan 24 horas en levantarla

El doloroso proceso de la muerte en los tiempos del COVID-19 ha cambiado. Una mujer de 53 años a quien llamaremos Rosa agonizó alrededor de dos horas en el cuarto de su vivienda, en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero, mientras su hermano menor buscaba un médico.

El cuerpo quedó envuelto entre las sábanas de su cams por al menos 20 horas para que sus restos sean depositados en el crematorio que la convirtió en cenizas al ser considerada sospechosa de la mortal enfermedad.

¿Qué es lo que llevó a que esta mujer permanezca casi 24 horas muerta en su casa y a sus familiares angustiados por su perdida y, adicionalmente, no saber qué hacer con su cuerpo supuestamente infectado por coronavirus? La explicación está en que la Gerencia Regional de Salud está incumpliendo la Directiva Sanitaria para el manejo de cadáveres Covid-19, aprobada por R.M. N° 100 -2020 -Minsa.

La norma refiere que cuando no existe un hecho criminal, todos los fallecidos son considerados sospechosos de coronavirus y es el MINSA quien debe actuar con prontitud para el recojo del cadáver y su traslado al crematorio. Este trabajo diligente para prevenir contagios no ocurrió y tampoco actuó rápidamente cuando Rosa aún estaba viva.

MUERTE INESPERADA

 La última vez que Rosa salió de casa fue el sábado 4 de abril para realizar compras en la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres. El domingo descansó con su madre y hermano cumpliendo el aislamiento absoluto y nada cambió hasta el día siguiente. “El lunes amaneció algo cansada”, contó su hermano que entró en desesperación a partir de las 14:00 horas porque Rosa no respondía desde su habitación. La encontró arrodillada en el piso y con el pecho sobre la cama. Le faltaba la respiración.

El hermano de Rosa salió a la calle por ayuda, halló a policías, pero no le prestaron ayuda por temor al coronavirus. Caminó hasta el hospital Honorio Delgado que tenía las puertas cerradas por el caso positivo de una mujer que obligó a la cuarentena de los pacientes del segundo piso. Luego se dirigió a la comisaria de Bustamante y Rivero donde le brindaron números telefónicos para comunicarse con personal de Salud a quienes narró lo ocurrido. Cuando volvió a casa, su hermana había muerto. La ambulancia que iba por ella para auxiliarla dio marcha atrás al recibir la comunicación del deceso.

ESPERA

Poco antes de la medianoche de ayer, un equipo del Minsa acudió a la casa de Rosa para hacerle la prueba para Covid-19, el resultado debe conocerse entre hoy y mañana. “Pensé que le harían la prueba rápida pero no fue así y me dejaron su cuerpo”, respondió el hermano de Rosa. Ella sufría de asma y la causa de su muerte es incierta. “Yo estuve en México por cuestiones académicas y retorné a la ciudad un día antes del inicio de la cuarentena. Me aislé durante 15 días y al no presentar síntomas volví a tener contacto con mi familia, pero fue mínimo”, precisó.

La mañana de ayer solo algunas funerarias se contactaron con el hermano de Rosa para pedirle 5 mil 800 soles en efectivo por el servicio de traslado al crematorio. Desde Salud, responsables del manejo de cadáveres, nadie le dijo qué tramites debía realizar ni cómo proceder sino hasta el mediodía cuando le propusieron que él pague el servicio y luego le devolvían el dinero, no aceptó advirtiendo que los denunciaría. Dos horas después recién volvió a recibir la vista del personal de Salud que se encargó de retirar el cadáver y realizar la fumigación de su vivienda. Salud también les hizo el hisopado al hermano de Rosa y a su hermana para saber si poseen la enfermedad. “Hay mucha desinformación y si uno no toca todas las puertas ellos no actúan. Deberían seguir el protocolo ya establecido para este tipo de casos. Deben ser más responsables”, apuntó el hermano de Rosa que estuvo con ella hasta que vio salir de casa dentro de una bolsa hemática.