Vítor, el paraíso que va camino a desaparecer por deslizamientos

El Valle de la Concepción de Vítor se fundó en 1792 y aunque fue creado políticamente como Distrito de Vítor en 1852, es uno de los pueblos más antiguos de Arequipa, su origen se remonta a los puquinas. Al pie del Chili, fue un paraíso hasta entrada la década del 70. Hoy enfrenta calamidades que, si no se remedian, lo condenan a desaparecer.

Flanqueado por irrigaciones como La Joya y La Cano, agoniza por falta de agua y, curiosamente, por el exceso en la asignación de líquido a los campos laterales que han ocasionado deslizamientos de masas enormes de tierra, las mismas que han convertido a la margen izquierda del valle en un “cerro que camina” y que ya se comió gran parte de las chacras de esa zona.

URGENCIA

Y es que el rebose de Aguada Blanca de hace 10 días inundó cerca de 50 hectáreas en el valle.

Del puente (en la Panamericana) hacia arriba, el valle sufre por los deslizamientos, lo mismo que en la parte baja, donde la afectación se agrava por el incremento del caudal del río, que ha perdido cauce precisamente por el deplazamiento de los cerros.

El problema comenzó en 1975, pero hace dos años es más grande. Ahora, en el cerro de Pie de la Cuesta, el avance es de 7 metros al mes, según estudios del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (INGEMMET). En el cerro Pie de la Cuesta, el daño llegó hasta la Panamericana.

“En todos estos años no hemos recibido la atención que merecemos por nuestras autoridades. Esta situación, aparte del daño material, nos ha ocasionado daño moral, porque uno ve cómo poco apoco se van perdiendo los terrenos, es irreversible”, indicó el alcalde.

DAÑOS

El alcalde y el pueblo de Vítor no están dispuestos a esperar más. Han exigido al Gobierno Regional que se elabore un estudio integral para dar solución a este grave problema. La omisión de esta responsabilidad, llevará a la autoridad municipal a entablar denuncias penales contra los responsables.

“Seguramente, han visto a Vítor como un pueblo pequeño, con una población poco atractiva, electoralmente hablando, pero no vamos a desaparecer”, enfatiza la joven autoridad edil, quien se niega a aceptar la propuesta esgrimida por el gerente general del Gobierno Regional, Gregrio Palma, para la reubicación del pueblo. “No lo vamos a aceptar”, reitera Apaza Cáceres e insiste en tomar en cuenta a los valles, y no solo a las irrigaciones. El problema es el mismo en valles como Santa Rita de Siguas y los demás en la zona intermedia de la región.

Derrumbes. El problema comenzó hace cuatro décadas por el riego en La Joya Nueva y Antigüa, San Isidro, San Camilo y La Cano.