Vítor en camino de ser un valle muerto, debido a los deslizamientos
Vítor en camino de ser un valle muerto, debido a los deslizamientos

Hace por lo menos 48 años, el Gobierno tuvo la iniciativa de ampliar la frontera agrícola en Arequipa. Se pensó en irrigar La Cano, pero los trabajos para habilitar el canal de regadío terminaron por debilitar el cerro y, a partir de entonces, empezó el deslizamiento que ha enterrado de manera paulatina viviendas y áreas de cultivo del valle de Vítor.

Irónicamente, el supuesto apoyo al sector Agricultura ha generado la desgracia de un valle productivo.

El anexo de Pie de la Cuesta, donde vivían 40 familias, fue el primer perjudicado. Hace 35 años fue sepultado por la tierra del cerro que se fraccionó, generando un gran deslizamiento.

Luego, siguió la misma suerte el colegio Aurora, los fundos La Telaya y San Francisco, entre otros. En total, a la fecha, cerca de 50 hectáreas de zona de cultivo han quedado bajo tierra.

DAMNIFICADOS

Adrian Vizcarra Paz es uno de los agricultores que ha perdido parte de sus terrenos. “El problema está en la parte alta, porque los agricultores de La Joya no han respetado la faja marginal de 400 metros, lo han sembrado hasta el borde del cerro y riegan a gravedad por eso se humedece y se sigue cayendo”, comentó.

En el 2016, el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) hizo un informe de riesgos por deslizamientos en Vítor, Punillo y Pie de Cuesta.

En las conclusiones indicaron que la infiltración de agua del regadío de la irrigación la Cano - Joya Nueva, genera inestabilidad de los terrenos ubicados en los flancos del valle del río Vítor. Las estimaciones de niveles de vulnerabilidad y riesgo coinciden en “muy altos” ante movimiento en masas.

El representante del frente de defensa de los damnificados, Cristóbal Santiago Paricahua Condori, comentó que ante la indiferencia de las autoridades se han organizado para pedir una reubicación, ya que con el transcurrir de los años, paulatinamente, continúan enterrándose los terrenos de cultivo y viviendas.

“Con los temblores hay más avance, el pueblo Pie de la Cuesta, que fue reubicado hace varios años, nuevamente está a punto de ser enterrado por segunda vez, la tierra está solo a 20 metros”.

PELIGROS

Los pobladores de la zona han indicado que un problema constante es la interrupción de su única vía de acceso. Todos los días la tierra se desliza y los vehículos no pueden circular.

El Gobierno Regional intervino la zona en el 2016 y elaboró un muro de contención de 150 metros lineales y un metro de altura, pero en menos de tres meses quedó enterrado.

Este año envió nuevo apoyo con maquinaria pesada para tratar de retirar la tierra y piedras de la única carretera existente, sin embargo, trabajaron dos meses sin lograr habilitar la vía.

Si el cerro sufre un desprendimiento de consideración podría dejar incomunicados 6 fundos: La Platera, Calderón Chico, Calderón Grande, Gamero, Llosa y Tambo, allí se tiene 170 hectáreas de cultivo.

Además, a menos de 50 metros de los derrumbes, está el canal principal de riego. Si este queda enterrado, 400 hectáreas quedarán sin agua.

1,000 litros de leche diarios se producen en los 6 fundos que están en riesgo

Monitoreo. El Ingemmet ha instalado en la zona 30 hitos en 3 líneas, que sirven para vigilar los derrumbes.

“He solicitado la quinta pampa de Yuramayo, ya se ha coordinado con Autodema y se pidió al Gobierno Regional. Son 1118 hectáreas, estamos esperando la respuesta de Agricultura para inscribirlo en Registros Públicos. El Ingemmet ha dado un informe claro, el derrumbe y deslizamiento del cerro va continuar. No queremos convertirnos como San Juan de Siguas, que ahora es un valle muerto. El siguiente alcalde deberá seguir viendo este problema de la población”, dijo  Sandra Bolaños, alcaldesa de vítor.

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