Ayacucho no tuvo avances significativos en reducción de anemia infantil

Según el reporte de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), al primer semestre del año, Ayacucho tuvo una leve reducción en los índices de anemia y desnutrición con un 0.8%, según la especialista de la Dirección Regional de Salud, Rosario Aleman, este incremento ubica a la región entre los primeros puestos, debido a que la mayoría de regiones registran un incremento considerable en el número de casos.

JUSTIFICA. La especialista informó que desde hace tres años el sector salud viene trabajando en una atención integral del niño con enfoque de desarrollo infantil temprano para hacer frente a la anemia y desnutrición crónica infantil, donde en todos los establecimientos de salud, el personal no sólo brinda las vacunas, sino realiza un seguimiento permanente del control de crecimiento, dosaje de anemia y la suplementación alimentaria que permitió que en estos años el número de casos no se incremente.

Este programa de atención integral se viene desarrollando como programa piloto en Ayacucho y que sirve de modelo para otras regiones, cuyo personal de salud, arribó hasta la ciudad para ser partícipes de una pasantía.

Agregó que el Ministerio de Salud, viene realizando un monitoreo de las regiones sobre el cumplimiento de metas, donde se evidenció que la mayoría de regiones incrementaron hasta en 10 puntos en el porcentaje de niños con anemia, mientras que Ayacucho se mantiene con las mismas cifras, con una leve reducción.

CAUSAS. Rosario Aleman, manifestó que una de las principales causas para la prevalencia de anemia es la inadecuada alimentación en los hogares rurales, donde sólo se consumen carbohidratos, pero descuidando el consumo de alimentos altos en proteínas y hierro, esto a pesar de que los productos con estos atributos son de fácil acceso y de bajo costo.

Agregó que otra causa es el consumo de agua no tratada en muchas comunidades de zonas rurales, en los cuales la responsabilidad no sólo es del sector salud, sino primero de los padres de familia que no tienen conocimiento sobre la seguridad alimentaria y las autoridades locales, quienes tienen que comprometerse con proyectos de saneamiento básico para proveer agua tratada a las familias.