Ángela ha muerto. Bastó una bala para truncar todos sus sueños. Ella quería ser arquitecta y con sus conocimientos aportar al desarrollo de Ayacucho, pero lamentablemente unos sanguinarios sujetos le quitaron la vida durante un asalto en el distrito de San Juan Bautista.
Sus seres queridos aun no lo pueden creer y piensan que todo esto es una pesadilla. Hoy solo tienen fuerzas para pedir justicia y exigir todo el peso de la ley contra los responsables de este gran dolor.
Alegre y muy cariñosa. Así la recordaron sus familiares y compañeros de estudios de la institución educativa Mariscal Cáceres, donde cursaba el tercer grado de secundaria. Todos ellos acudieron ayer a la morgue de la División Médico Legal del Ministerio Público para recoger el cuerpo de la adolescente de 14 años.
Argelio Vallejo Vilca, padre de la víctima, informó que su hija asistió el último martes en horas de la tarde al sector Enace para practicar las coreografías de una danza que tenía pensado presentar por el aniversario de su colegio junto a sus compañeros.
Una vez que culminaron todos los ensayos, Ángela decidió subir a una cúster de la ruta 12 junto a sus dos compañeras, con la finalidad de llegar más rápido a su casa, sin imaginar que le sucedería una tragedia.
HORROR. Todo iba bien hasta que llegaron al sector Los Olivos y de pronto se escuchó varios disparos. Nadie entendía lo que pasaba. De pronto, las amigas de Ángela iniciaron a gritar y a pedir ayuda entre lágrimas a los pasajeros.
La estudiante había sido alcanzada por una bala y le perforó sus órganos vitales. Los autores de este crimen fueron unos delincuentes que fugaban luego de asaltar una cevichería y en ese instante se le cruzó la ruta 12.
Pese a que fue evacuada de inmediato al centro de salud de San Juan, el personal no pudo salvarla, porque llegó cadáver. Al enterarse de este hecho, sus padres acudieron en seguida al establecimiento de salud.
“Mi hija quería ser arquitecta. Tenía talento con la pintura y ahora me la arrebataron. Nadie podrá devolvérmela. Pido Justicia”, dijo entre llantos el padre de Ángela.
Mientras el dolor unía a la familia, el titular de la Dirección Regional de Educación, Gualberto Palomino coordinó con una representante de World Vision y algunos trabajadores de Interbank para comprar un ataúd, el cual fue entregado a los padres.
Por su parte el director del colegio, Félix Valer Torres, informó que están brindando ayuda psicológica a los seres queridos y a las compañeras que se encontraban con Ángela en la ruta 12.