En medio de la confusión de los pacientes y con aparente improvisación inició el funcionamiento de las nuevas infraestructuras del hospital Miguel Ángel Mariscal Llerena (III-1) en Canaán Bajo, mientras tanto los trabajadores acataron una nueva paralización en rechazo del traslado.

PROGRAMACIÓN. Con anticipación se habían programado las citas para ser atendidos en el nuevo hospital, donde el personal médico también fue trasladado, pese a ello un grupo de pacientes acudieron con normalidad al actual hospital, donde tuvieron que esperar por mucho tiempo denunciando maltratos hasta que el personal de salud pueda ser trasladado nuevamente y brindarles la atención.

Al respecto, el administrador del hospital, Luis Gálvez, manifestó que esta confusión sería por la falta de información de los pacientes, pero negó que se les esté maltratando. Resaltó que la finalidad del traslado es mejorar la calidad de atención, debido a que el actual hospital se encuentra colapsado.

Acotó que tomará tiempo para que los pacientes se acostumbren acudir hasta el nuevo hospital al igual que el personal médico, pero que será para mejorar los servicios.

Por su parte, el gerente general del gobierno regional, Efraín Morote, negó que este inicio de funcionamiento haya sido improvisado y precisó que este tema fue delegado en su integridad al director del hospital, quien le reportó que no había ningún incidente.

DENUNCIA. Por su parte, el secretario del sindicato de trabajadores, Edgard Castro, denunció que pese al acuerdo en la última sesión del consejo regional, las autoridades regionales habrían autorizado el traslado de insumos y medicamentos al nuevo hospital para la atención de pacientes, motivo por el cual llamaron al Ministerio Público a fin de verificar la denuncia, aunque dicha acusación fue negada por el administrador.

El dirigente, añadió que con una actitud nefasta y autoritaria, las autoridades estarían realizando acciones para que el actual hospital deje de funcionar.