Áncash: “Cumpita” delató al otro menor que lo acompañó
Áncash: “Cumpita” delató al otro menor que lo acompañó

“Yo observé que el carro rojo (donde viajaba Francisco Ariza Espinoza y Henry Aldea Correa) ya había pasado el primer rompemuelle y se desplazaba despacio para pasar el segundo rompemuelle, es allí donde me acerco por el lado del chofer y empecé a disparar las seis balas (del revólver). Cuando lo hacía agaché la cabeza y disparaba sin mirar pero hacia el interior del vehículo. Luego de los disparos miré hacia el interior del carro rojo y observé que las dos personas estaban muertas”.

Este es el crudo relato del menor de 16 años, conocido como “Cumpita”, sobre cómo perpetró el crimen del alcalde de Samanco y su asesor legal, la tarde del 20 de octubre último en el sector de Huacatambo, del distrito de Nepeña, provincia del Santa, región 

El adolescente dio estas declaraciones al Ministerio Público y la Policía hace pocos días, el 10 del corriente para ser exactos, tras entregarse a la justicia para ser procesado por el doble asesinato.

Ese mismo día, en el Quinto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia del Santa, se ordenó prisión preventiva para los presuntos autores intelectuales y materiales de este execrable hecho; la mayoría de estos últimos han sido identificados por el menor como las personas que lo contactaron para matar.

VÍNCULOS. Según el relato del menor, su “oficio” como sicario inició luego de que sostuviera una fuerte discusión con su padre y optara por irse de su casa en el distrito de Coishco. Esto ocurrió 10 días antes del crimen del alcalde de Samanco.

Tras ser golpeado por su padre, el adolescente dijo que se contactó vía la red social Facebook con un amigo, otro menor de edad, a quien conocía como “Sebastian”.

Tras conocer su problema, este amigo le ofreció su vivienda en el pueblo joven Dos de Junio, en Chimbote, para que se quedase algunos días mientras decidía dónde se iba a quedar.

Y así fue, según lo que “Cumpita” le contó a la autoridades.

“Cumpita” se quedó cinco días en la vivienda de “Sebastian”, a quien en Chimbote lo conocen como “Shadow” o “Culón”. Se tuvo que ir debido a que los padres de su amigo -de también 16 años de edad- se comenzaron a incomodar por su presencia.

Ya que no tenía dinero, “Cumpita” le pidió a “Sebastian” que le preste 50 soles, pues -según él- trabajaba como ayudante de cocina en un conocido restaurante del centro de Chimbote.

Con el dinero, “Cumpita” regresó a Coishco y se alojó en la casa de su amigo “Ángel”, donde permaneció por tres días.

Por Facebook, “Sebastian” le cobró a “Cumpita” los 50 soles, pero como éste le dijo que no tenía, quedaron en reunirse en el pueblo joven Dos de Junio para conversar.

La reunión se realizó el sábado 17 de octubre en el frontis de la vivienda de Sebastian.

En aquel cónclave también estuvo presente, según “Cumpita”, el sujeto conocido como “Brandon”, a quien su amigo los había presentado tres meses atrás.

Propuesta. Durante esa conversación, “Brandon” se enteró que “Cumpita” se había escapado de su casa y presentaba problemas económicos, por lo que luego le sugirió una forma rápida de ganar dinero.

Un día después, el domingo 18, “Brandon” se contacta vía Facebook con “Cumpita” y le ofrece un “trabajo”. “’Brandon’ me propuso para participar en una ‘chambita’ donde se iba a matar a un empresario y por ello me iban a dar la suma de 800 soles”, le contó el menor a las autoridades.

“Brandon” le dijo que el tema debía ser tratado personalmente y acordaron reunirse en la plaza 28 de Julio, en Chimbote.

“Cumpita” llegó al lugar pactado y se encontró con “Brandon”, quien se encontraba acompañado de los sujetos a quienes conocía como “Gudy” y “Airton”.

Según el adolescente, en aquel momento “Brandon” le explicó que iban a matar a un empresario que había chocado con un dinero, y el que ordenaba el “trabajo” era otro empresario.

“Cumpita” contó que “Gudy” le dijo que no se preocupara de nada pues las armas de fuego las iban a dar ellos, y que el acto criminal lo iba a realizar junto a “Brandon”. “(Me dijo que) íbamos a disparar los dos por si uno se chupaba”, narró.

Tras pactar el acuerdo, “Gudy” llamó a un chofer, quien los llevó en su vehículo hasta Nepeña para conocer el lugar donde se iba a perpetrar el hecho de sangre.

LA VÍCTIMA. Tras visitar Nepeña, todos regresaron a Chimbote y el menor “Cumpita” fue dejado en la avenida José Gálvez, en donde “Gudy” le dio un adelanto de 100 soles.

Asimismo, le enseño una fotografía que tenía en el celular de la víctima. “Me enseñó la fotografía de la persona a la que teníamos que matar ya que tenía su foto en su celular y era una persona de edad avanzada y de cabello canoso”, narró “Cumpita”.

El menor se quedó y “Gudy” le dijo que iban a estar en contacto y que el 20 se iba arealizar el “trabajo”.

“Cumpita” regresó a Coishco y alquiló una habitación en un hotel. Sin embargo, por la noche “Brandon” le escribe por el Facebook y le dice que él no iba a acompañarlo para cometer el crimen; a persona que lo ayudaría sería su amigo “Sebastian”.

Tras consultar con el otro adolescente, este le dijo que ya sabía todo sobre los nuevos planes y quedaron en reunirse el lunes 19 por la mañana con “Brandon”, de nuevo en la plaza 28 de Julio.

Y así fue.

Se reunieron en aquella plaza con “Brandon” y otras personas más. Luego se trasladaron nuevamente hasta Nepeña para revisar el lugar elegido para el asesinato, y regresaron a Chimbote.

Cuando estaban de vuelta, antes de llegar al peaje, “Brandon” les dijo a los menores que tras el asesinato los iban a dejar en la entrada al balneario de Besique y tenían que caminar hasta el campamento de Atahualpa, en donde los iba a recoger otro vehículo.

“Cumpita” fue dejado en la avenida José Gálvez, en donde tomó un carro hasta Coishco. La noche de aquel lunes, “Sebastian” -vía Facebook- le escribió a su amigo y le recordó que al día siguiente iban a realizar la “chambita”.

La mañana del martes 20 de octubre, “Cumpita” y “Sebastian” se reunieron en Coishco para esperar el vehículo que los iba a recoger para perpetrar el crimen.

Esperaron en la zona conocida como la “Gruta” y a las 10 de la mañana llegó un vehículo color negro que los llevó hasta el lugar donde, cuatro horas después, asesinaron no a un empresario, sino al alcalde de Samanco Francisco Ariza Espinoza y al abogado Henry Aldea Correa. 

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