Preocupante situación. 58 000 personas afectadas, 4 500 viviendas colapsadas y otras 15 000 afectadas son las cifras que hasta el momento manejan las autoridades como consecuencia de la emergencia que se vive en la provincia del Santa, y los números siguen en aumento. A pesar de que es necesario el apoyo en diversos distritos cuya población, en muchos casos lo ha perdido todo, ayer los alcaldes sufrieron un revés debido a una promesa incumplida del titular del Gobierno Regional de Áncash (GRA), Enrique Vargas Barrenechea, quien aseguró que ayer en la mañana llegaría una embarcación con ayuda a Chimbote; sin embargo, pese a que pasaron las horas, dicho apoyo nunca se concretizó y los burgomaestres perdieron un tiempo que bien se pudo usar para gestionar otro tipo de ayuda en sus pueblos.
CONTINÚA ALERTA. Pese a los esfuerzos que se vienen realizando para rehabilitar vías, descolmatar ríos y llevar ayuda a la población más golpeada, la fuerza de la naturaleza continúa implacable ocasionando daños en diversas zonas.
Nuevamente los distritos de Coishco y Santa quedaron divididos tras el colapso del puente provisional del río Shisho. Este hecho se registró la noche del domingo último a causa de dos huaicos.
Como se recuerda, la noche del viernes último el puente de este sector se desplomó tras el desborde del río que pasa por la zona. También se dañó parte de la carretera Panamericana Norte, en el kilómetro 443, y se destruyó varios metros de la pared de una empresa pesquera.
Ayer en la mañana, tras el colapso del puente provisional, muchas personas, con el apoyo de cuerdas, cruzaron por el río arriesgando sus vidas a fin de llegar a su destino, tanto al sur como al norte.
Al desborde del río Shisho ha dejado unas 14 viviendas colapsadas y otras 10 afectadas por las inundaciones. También se han registrado daños en las plantas de las empresas pesqueras ubicadas en este sector.
Otra zona que se encuentra en riesgo es el centro poblado de Santa Clemencia, en Chimbote. En este lugar unas 500 personas viven en zozobra debido a que el río amenaza con destruir sus viviendas.
“El río está a solo cinco metros de nuestras casas. Un incremento más del caudal y toda la población se va a ver afectada. Necesitamos apoyo con maquinaria para colocar rocas en la rivera y así el agua no pueda destruir nuestras viviendas”, solicitó, angustiado, el poblador Jorge Espinoza.
Los habitantes de este sector indicaron que el agua ya ha dañado tres mil hectáreas de cultivos como arroz, caña de azúcar y maíz.
En el distrito de Nepeña, ayer se registró el desborde del río del mismo nombre, lo cual terminó afectando a los habitantes del asentamiento humano Cocharcas. “A las cuatro de la madrugada se desbordó el río Nepeña y afectó a 70 familias de Cocharcas”, expresó el alcalde Manuel Figueroa Laos, quien añadió que en su distrito hay 300 familias damnificadas y mil viviendas afectadas.
También se reportó que el distrito de Moro se encuentra incomunidado debido a los huaicos, que han terminado por obstruir las vías acceso.
REPORTE. La mañana de ayer, la alcaldesa de la Municipalidad Provincial del Santa (MPS), Victoria Espinoza García, mencionó que hasta el momento las cifras de daños en toda la provincia asciende a 4 500 viviendas colapsadas y otras 15 000 afectadas. En tanto, se registran unas 58 000 personas afectadas.
La autoridad indicó que han venido trabajando de la mano con la mayoría de alcaldes distritales para contrarrestar los efectos de las fuertes lluvias y los huaicos registrados en diversos puntos de la provincia.
Asimismo, precisó que una gran preocupación en los últimos días ha sido controlar que no se desborde el río Lacramarca, en las avenidas Pardo y Meiggs, para evitar mayor afectación a los pueblos de Nuevo Chimbote.
Detalló, en tal sentido, que la tarde del domingo último realizaron trabajos de descolmatación en el mencionado río, pues los tres golpes de agua que se registraron, por la fuertes lluvias que azotan la zona sierra, estuvieron a punto de generar desbordes.
La alcaldesa mencionó que solo una maquinaria de la MPS tuvo que encargarse de esta ardua labor, debido a que la maquina que tenía la Subregión Pacífico no pudo apoyar puesto que el operador que designaron para este trabajo se encontraba aparentemente ebrio. “De manera irresponsable trajeron un operador que se encontraba en estado de ebriedad”, dijo.
Sin embargo, Espinoza García indicó que lo que más indignación les ha causado fue el ofrecimiento del gobernador Enrique Vargas, quien -mediante una llamada telefónica- señaló que la mañana de ayer iba a llegar una embarcación con ayuda del GRA y que los alcaldes debían esperar en el terminal portuario para recibir este apoyo, el cual nunca llegó. “El gobernador me pidió que convoque a todos los alcaldes de esta zona, para que a las ocho de la mañana estemos en el terminal portuario porque llegaba un cargamento de 20 toneladas de ayuda (...) Nos ha hecho perder toda la mañana, desviando todo el trabajo que tenemos que hacer en cada uno de los pueblos. Esto es una vergüenza, un atropello total y una burla”, cuestionó.
La alcaldesa informó que los representantes de la Marina le informaron que no estaba registrado la llegada de una nave con ayuda gestionada por el GRA. Además, criticó que la autoridad regional no haya contestado a las diversas llamadas que se le realizaba para pedirle explicaciones.