En Áncash 5,518 personas han fallecido por infección de la COVID-19. Muchas de estas víctimas tenían parientes en el extranjero, quienes no pudieron viajar para darles el último adiós. Uno de estos casos es el de Mónica Lora Yon, cuyos padres perdieron la vida el mismo día. Después de 16 meses del fallecimiento de sus seres queridos, ella volvió al Perú para realizar las exequias de sus progenitores.
DUELO
En junio del año pasado, los esposos Ricardo Lora Wekselman y Esperanza Yon Goin, quienes vivían en la urbanización El Trapecio, se infectaron del temido virus y fallecieron el mismo día en el Hospital III de Essalud.
Las dos hijas de la pareja se encontraban en el extranjero y no pudieron viajar.
La semana pasada, Mónica Lora, la menor de las hermanas, volvió a Chimbote luego de vivir 25 años en España para realizar la ceremonia fúnebre de sus padres.
“El impacto de la pandemia ha sido muy fuerte. Somos muchos los que vivimos en el extranjero y no pudimos viajar para despedirnos de nuestros seres queridos”, mencionó Lora Yon.
El martes último, fecha en la que Ricardo Lora hubiese cumplido 85 años, se realizó una misa en la parroquia de El Trapecio y luego se hizo el ritual de exequias cristianas en el cementerio Divino Maestro, en el mausoleo familiar. Hasta la fecha, las cenizas de los esposos permanecían en su vivienda.
“La sensación de no poder enterrar a tus familiares en muy dolorosa. Por eso volví a Chimbote para realizar la ceremonia exequial y poder cerrar esta etapa”, contó.