Cuando un ciudadano quiere salvar la bahía
Cuando un ciudadano quiere salvar la bahía

Usted ve a Juan Genovés Flores y no ganará un concurso de simpatía. Sin embargo, algo lo hace mejor que muchos: ocupa su tiempo en buscar soluciones a un problema que debe preocuparnos a todos. Este ciudadano busca la atención de las autoridades para que puedan evaluar sus ideas para descontaminar la bahía El Ferrol y volver a tener la playa de arenas coloradas de antaño.

EL PROBLEMA. Como sabemos  hace años pasó de primer puerto pesquero del mundo a ser la “Chernobyl” de la costa peruana. ¿Exageramos? Miremos los estudios.

Según información de la Dirección General de Calidad Ambiental del Ministerio de Ambiente (Minam), se ha identificado una variedad de fuentes de contaminación tanto del sector privado como público que usan la bahía como lugar de disposición de sus descargas de efluentes y residuos sólidos.

"“... Producto de esta intervención, la bahía ha cambiado drásticamente sus factores físicos, químicos, y bioquímicos del recurso hídrico y del sustrato, y ello consecuentemente ha ocasionado que se impacte de modo severo a la biodiversidad marina, al paisaje, su geomorfología y su potencialidad como playa recreativa”", indica el documento.

En el 2002, el Ministerio del Ambiente identificó 50 puntos de descarga: 26 de aguas residuales industriales de empresas pesqueras que generan 2000 litros por segundo (l/s) equivalente a 58’060,800 metros por segundo por año (m3/año); una de Siderperú de aguas residuales industriales que genera 200 l/s, 5’806,080 m3 /año; 11 descargas de aguas residuales domésticas corresponden a Sedachimbote, 7 descargas de aguas residuales domésticas de los drenes de la ciudad y 5 descargas de aguas residuales domésticas provienen de industrias.

Estas tres últimas suman, según la información del Minam, 452.8 l/s domésticas equivalentes a 1135’ 727,309 m3 /año.

Además a todo ello identificaron 7 descargas de aguas residuales industriales que van a el río Lacramarca, que desemboca en el mar.

Todo esto representa la contaminación, según el estudio, de 33 empresas pesqueras (32% harineras y 64% conserveras y 3% de ambos) una empresa Siderúrgica, una empresa de hidrocarburos y un muelle industrial.

También ubicaron 18 puntos representativos de acumulación de residuos sólidos en la Bahía El Ferrol (frente al casco urbano, frente a los barrios Miramar, Florida Baja, La Libertad, Trapecio) “siendo difícil establecer los volúmenes que se arrojan a la bahía”.

Y finalmente precisaron la existencia de 06 zonas de pozas artesanales, ubicadas en la orilla de playa, (zona industrial Gran Trapecio y 27 de octubre), que captan los residuos de aceites de las tuberías de descarga de las industrias pesqueras para luego ser comercializados a fábricas ladrilleras. Sobre estas, la comuna ha realizado varias intervenciones para eliminarlas.

LAS IDEAS. A pesar del panorama desolador, el técnico industrial Genovés buscó información y ha preparado el consolidado “Soluciones prácticas para recuperar la Bahía El Ferrol”.

ELIMINAR FANGOS. Aunque carece de información técnica, pero en su condición de ciudadano, propone tres alternativas de cómo eliminar los fangos acumulados en el lecho marino.

Pero para no quedarnos con la duda, en el 2004 el consultor de la Nippon Joquesuido Sekkei Co (NJS), Enrique Millones, al presentar el avance de los resultados de un estudio de recuperación de la bahía El Ferrol solicitado y financiado por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), a través de su programa de protección al medioambiente, estimó que existen 50 millones de toneladas de fango orgánico acumulados en la bahía a lo largo de 40 años de actividad pesquera indiscriminada.

La primera medida, según Genovés, es aplicar un proceso de dragado de todo el fango del fondo marino. “"Ese material puede ser usado para el abono en el sembrado de bosques o también ingresarlo a un proceso de incineración para generar energía eléctrica a partir de residuos sólidos y líquidos"”, indicó.

¿Los costos? Genovés le deja esa tarea a las autoridades. Aunque el consultor de la Nippon Joquesuido Sekkei Co en su momento calculó que este trabajo costará 936 millones de dólares.

"La segunda propuesta es la de aplicar un sistema de bombeo del fango utilizando las conocidas “chatas”, que no son otra cosa que las naves estacionarias que son usadas para bombear la pesca de las bodegas de las naves pesqueras hacia las tolvas de las fábricas en tierra. “Igual sacamos los fangos"”, apuntó.

Es una idea que aún falta perfeccionar, porque no se indica qué cantidad de “chatas” se usarán.

La tercera propuesta es una interesante y que puede causar controversia: usar la misma naturaleza para la limpieza de la bahía. Pero ¿cómo?

Genovés indica que es una idea que ya la habían planteado en la década de los 70, pero que quedó en gabinete. Realizar un canal en el istmo de la península de la bahía El Ferrol, que una la playa El Dorado, que tiene mar abierto, con nuestra bahía de Chimbote.

"“Eso se hará para que ingrese la corriente de agua y remueva los sedimentos. Se aprovechará la corriente de Humboldt que va de sur a norte, que provocará que por la diferencia de presiones entre el mar abierto y la bahía, los fangos tengan que salir"”, dijo.

CONTRA LA EROSIÓN. El sueño de Genovés es volver a ver las playas de arenas doradas. Es un sueño ahora porque hace años la bahía sufre un problema de erosión que literalmente le ha ganado terreno a la ciudad y que ha obligado a usar defensas como enrocados y -de forma perjudicial y contaminante- desmontes de construcción.

El ciudadano explica esto de manera sencilla: “la erosión se ha provocado porque la civilización ha afectado el sistema natural de vientos de médanos, que son las dunas de arena”.

Lo que parece no tener relación, es todo lo contrario. Genovés indica que justamente el viento alimentó de arena por cientos de años la playa de la bahía El Ferrol. Sin embargo, ya no hay más por el avance de las construcciones principalmente en Nuevo Chimbote.

A estas alturas de la historia, la salida para este promotor ambiental es alimentar artificialmente de arena (de las dunas) a la playa. Claro está, como última etapa de la recuperación de la bahía.

"“De esta forma detendremos la erosión porque la arena siempre ha servido de manera natural para detener el impacto del mar y así ya no tendremos que usar los enrocados”, remarcó. Para ello necesitamos una reubicación de las viviendas que están muy cerca al mar", agregó.

"“Estudios tenemos muchos, pero lo que necesitamos son soluciones"”, finalizó.

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