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“Mi obligación como gerente es recibir a todos los que vienen, yo soy el primer interesado en que se resuelvan (las invasiones) y crear orden. (…) Eso (el desalojo) lo decidirán las instancias superiores. Yo no lo voy a solucionar, ¿usted está por el desalojo de esa gente?, ¿usted los desalojaría? No es mi postura asumir ese rol”.
De este modo y evidentemente fastidiado, el gerente del Proyecto Especial Chinecas, Edilberto Ñique Alarcón, respondió a los periodistas quiénes le consultaron por la nota de prensa enviada hace días por la institución que daba cuenta que el ofrecía su “respaldo” a los dirigentes de pueblos que han invadido las 217 hectáreas de Chinecas.
Pese a ello, Ñique aseveró que no apoya las invasiones y que su único deseo es que este problema social pueda ser resuelto en la brevedad. El funcionario abordó su vehículo y se retiró.