Bajaron apoyándose en el mueble del confesionario, que mide aproximadamente dos metros, y sustrajeron todo.
Bajaron apoyándose en el mueble del confesionario, que mide aproximadamente dos metros, y sustrajeron todo.

En plena pandemia, la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en la urbanización Nicolás Garatea, en el distrito de , se convirtió la madrugada del domingo blanco de la delincuencia.

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Varios ladrones ingresaron a la iglesia por el techo de calamina, bajaron apoyándose en el mueble del confesionario, que mide aproximadamente dos metros, y sustrajeron manteles, un equipo de sonido, un control remoto, accesorios de internet, entre otros enseres de mucha utilidad para la labor pastoral que ahora se realiza principalmente de manera virtual.

El el párroco de esta iglesia, Sandro Requejo, ofreció la información a Radio Santo Domingo.

“Han tocado la casa de Dios y definitivamente eso nos deja un mal sabor, no nos complicamos, no nos ponemos tristes porque sabemos en quién hemos puesto nuestra confianza. Tenemos claro que Dios siempre está con nosotros y cuando permite algo pues simplemente lo permitió y de eso nos va a enseñar”, expresó.

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Mostrando una actitud bastante reflexiva, el sacerdote indicó que ahora solo les toca “hacer lo que dice Jesús en el evangelio: ama a tus enemigos y reza por tus perseguidos; nos toca rezar por ellos, pero eso sí, el que yo rece por una persona que ha actuado mal, que ha obra mal, uno no le asegura la salvación”, agregó el sacerdote a modo de reflexión.

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