Obispo de Chimbote: “Si no reclamamos, cuatro ‘vivos’ dilapidarán todo ”

“Porque todas las veces que comáis este pan, y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”. 1 Corintios, 11:26

La fe. Esa extraña institución natural que debería movernos a todos. Que supuestamente mueve el mundo. Y que se quiere hacer evidente en estos días. Pero ¿qué es la fe? ¿fe en qué? ¿qué hemos aprendido hasta ahora de la historia? ¿Por qué un acto personal podría cambiar las cosas? Para responder estas y otras preguntas, tomando como marco la Semana Santa, y al mediodía de Jueves Santo -cuando Jesús de Nazareth aún estaba vivo- hablamos con el obispo de Chimbote, Ángel Simon Piorno, quien con su infranqueable personalidad nos explica lo que a veces no queremos escuchar.

¿En esta parte de la historia, la gente sigue creyendo en la Semana Santa y en lo que representa?

Hay mucha gente que se ha marginado de la fe, sencillamente porque se refugia en el individualismo y en la indiferencia; y hay otros que rechazan abiertamente la fe, hay muchos indiferentes y ateos; pero también he visto a muchos creyentes que participan de manera muy activa durante el año, de manera especial en la Semana Santa. Ayer fue conmovedor ver una catedral llena de fieles y vibrando.

Si hacemos un balance, vemos que la gente lo hace ¿solo por cumplir con la fe o con la fecha religiosa?

Creo que vivimos en una sociedad cambiante, no podemos decir que sea una sociedad cristiana, pero que sí tiene valores cristianos, pero hay muchas personas que viven en una sociedad laica y que marginan la fe y que la han reducido al campo netamente individual y otros como si Dios no existiera.

¿Por qué esta secularización de la fe?

Creo que la secularización es un fenómeno que afecta al mundo entero, es decir el ser humano en estos tiempos está más dispuesto a predicar su autonomía y su libertad, considera que la existencia de Dios y su ley es un freno justamente a esa libertad, de eso no me queda ninguna duda. Pero también hay personas que son un buen grupo, que hoy día son profundamente creyentes y sobre todo hay jóvenes que son una maravilla.

¿Es solo la tendencia de secularizar la fe o en parte la manera cómo históricamente la iglesia Católica ha ido cambiando y perdiendo fieles?

A lo largo de estos cinco siglos de evangelización en América Latina ha habido de todo, hubo etapas de plena evangelización y otras donde se ha descuidado la evangelización y se ha puesto acento en la ritualidad y en la sacramentalidad, tenemos muchísimos bautizados que no están evangelizados, este es un dato que podemos verificar día a día. Por lo tanto, creo que la iglesia tiene sus fallas históricas, pero en este momento creo también que la iglesia está más atenta a los signos de estos tiempos y procurará hacer también una propuesta que sea aceptable para el hombre que como digo tiene un profundo sentido de libertad y autonomía frente a cualquier ley o al ser supremo.

¿Hay algún cambio a partir de lo que pregona el Papa Francisco, quien recién ha dicho que “queremos sacerdotes que no tengan cara de vinagre y con olor a oveja”?.

Efectivamente el Papa Francisco como buen latinoamericano que es tiene un profundo sentido pastoral, que nos pide que no tengamos cara de dolor de estómago o de funeral sino todo lo contrario una cara alegre, y más de una vez ha repetido que un pastor de la iglesia no puede estar al margen de las ovejas, tiene que oler a ovejas, debe estar adelante del rebaño para procurar el camino o detrás para que nadie se pierda, para que esté frente de una unidad, de una comunidad cristiana. El Papa nos está recordando cuál es nuestra misión, que tal vez la olvidamos.

En realidad es eso, que los principios de la religión salgan de las paredes de la iglesia, ¿se reconoce que no se hace eso?

El Papa nos está hablando de una iglesia que recorre las periferias humanas y espirituales, de nuestros pueblos y nuestras ciudades; que duda cabe hay mucha gente marginada y excluida a la cual también debe llegar el mensaje cristiano (...) tanto marginada por diferentes motivos, porque es pobre o porque tiene opción sexual diferente.

¿Cuál es el sentido para nuestra realidad el acto de lavado de pies justamente hoy Jueves Santo, hemos perdido la humildad y el servicio?

El lavatorio de los pies tiene un sentido litúrgico concreto, Jesucristo asumió el puesto de un esclavo que tenía como una de sus funciones lavar los pies, Jesucristo transmite que el amor tiene que ser servicial y no solo eso, sino también oblativo, porque ofrece su persona a todo aquel que quiera encontrarlo. Podemos acercarnos a él mediante la fe. El amor de Cristo también es martirial porque lo llevó hasta el patíbulo de la cruz a dar su vida, nadie se la quita, él la entrega por nosotros.

¿Nos hemos traicionado como sociedad?

Hay que implantar en la sociedad un sentido más fuerte de la solidaridad y por supuesto de la fraternidad, no podemos vivir indiferentes a tanta improvisación que estamos viendo hoy día, creo que ha llegado el momento que todo el pueblo se ponga de pie y empiece a reclamar, porque mientras sigamos así cruzados de brazos serán cuatro o cinco los vivos los que administren todo y realmente dilapiden el dinero como ha acontecido en un pasado reciente.

Además, ¿nos hemos olvidado a ser revolucionarios y sediciosos como el ejemplo que da Jesús?

Nos hemos olvidado que como seres sociales tenemos obligaciones, no podemos vivir con los brazos cruzados y ojos cerrados ante los enormes problemas y retos que tenemos por delante. Tenemos que ser mucho más proactivos, tenemos que volver nuestra vista hacía las personas que enfrentan muchos problemas.

Pero luego de tanta reflexión, ¿cuál es el primer paso para que toda esta teoría comience a generar cambios?

No podemos ser predicadores de palabras vanas, tenemos que dar el ejemplo, a nadie lo van a seguir si no es un hombre coherente. De acuerdo a la fe puede manifestar su transparencia, honestidad y solidaridad, valores que deben ser recuperados por las nuevas generaciones.