En una verdadera sala de partos se convirtió en minutos la comisaría de Pariacoto, en la región, cuando siete efectivos policiales tuvieron que improvisar y hacer de enfermeros para poder ayudar a una gestante a dar a luz a su bebé. La posta médica del lugar estaba cerrada y no hubo ningún personal para atender a la gestante.

El comisario de Pariacoto, alferez PNP Jordy Quijandría Sánchez, informó que la madrugada del domingo un morador llegó hasta la delegación para alertar a los policías que una gestante se encontraba en el frontis de la posta médica pidiendo atención, y no le abrían la puerta.

Los efectivos acudieron al centro médico y comprobaron que no había personal para atender a la señora Marcela Victoria Flores Ruiz (24), quien se quejaba por los dolores propios de una mujer que está a punto de dar a luz.

Sin perder tiempo, los agentes la llevaron en el patrullero a la comisaría. Allí uno de los custodios sacó su colchón y lo ubicó en medio del piso, pusieron sábanas limpias, se agenciaron de tijeras,, gasas y guantes para poder ayudar a la gestante a traer a su bebé.

En total siete efectivos, incluyendo el comisario ayudaron, algunos sosteniendo a la madre de familia, otros confortándola con palabras de alivio, finalmente el llanto del bebé inundó toda la comisaría, los policías no dejaban de sonreír, satisfechos de su labor.

“Estamos contentos que todo haya salido bien” refirió un emocionado agente.

AGRADECIDA

La feliz madre se mostró agradecida con todos los efectivos que acudieron en su auxilio. Victoria fue evacuada junto a su pequeña niña hacia el hospital de apoyo de Casma, allí recibió la atención médica necesaria.

El personal asistencial refirió que la niña y la mamá se encuentran estables y fuera del peligro. La bebé tiene un peso de tres kilos 50 gramos. Vale resaltar, que el personal de la posta médica solo atienden durante el día.