“¿Qué hacía el asesor de Ollanta en reunión de procuradores?”
“¿Qué hacía el asesor de Ollanta en reunión de procuradores?”

La intempestiva renuncia de Christian Salas Beteta a la Procuraduría Nacional Anticorrupción ha envuelto al titular del Ministerio de Justicia, Daniel Augusto Figallo Rivadeneyra en un manto de sospecha por presuntos intereses a favor del prófugo amigo de la pareja presidencial, Martín Bealunde Lossio, procesado por el caso “La Centralita” de Áncash.

En ese contexto, la red social Twiter ha sido el escenario elegido por el asesor principal de la Comisión del Congreso que investiga los presuntos actos irregulares en nuestra región, Ronald Gamarra, para cuestionar a Figallo e incluso lanzar serias acusaciones.

DIRECTO. Los tuit de Gamarra han sido directos, sin anestesia y con todo. Entre otras cosas, señala por ejemplo que uno de los principales asesores del Gobierno, Roy Gates participó de la reunión que celebró el ministro con el personal de la Procuraduría, pese a que su presencia no tendría justificación aparente.

“Figallo, qué hacía el asesor presidencia Roy Gates en la reunión a la que convocaste a personal de la Procuraduría Anticorrupción”, escribió.

Luego más tarde afirmó “Figallo y Roy Gates los verdaderos abogados de Martín Belaunde”.

Y es que a Eduardo Roy Gates la oposición ya lo tiene en la mira desde hace rato, debido - entre otras cosas - por haber ejercido la defensa de personajes como Rómulo León, César Cataño e incluso del mismo presidente Ollanta Humala en el caso Madre Mía.

Según lo escrito por el asesor de la Comisión Áncash, la intención sería buscar que el propietario de Ilios Producciones sí se acoja a la figura de colaborador eficaz, pese a que Salas fue enfático en señalar que debido a su grado de participación en la supuesta red de corrupción, no podía.

Y es que según el Ministerio Público, Belaunde habría prestado a Ilios como empresa de fachada para el funcionamiento de la centro de operaciones y seguimiento conocido como “La Centralita”.

“Figallo quiere, como sea, que Martín Belaunde se acoja a la colaboración eficaz. !Así no le corresponda”, protestó Gamarra en Twiter.

Luego insistió en la “presión” que el ministro ejercería para que al parecer Belaunde salga bien librado de ingresar a la celda de un penal.

“Mal Figallo,mal. Haber presionado para que la Procuraduría cambie de opinión y acepte la colaboración eficaz de Martín Belaunde”.

Gamarra también apuntó sus críticas hacia los nombramientos del personal de la Procuraduría Anticorrupción y su necesidad de fortalecer su institucionalidad.

“Los procuradores deben ser nombrados por un plazo determinado y no depender de la buena voluntad o del capricho de los ministros de justicia” (...) “hay que institucionalizar la Procuraduría Anticorrupción. Todavía es muy débil en el interior del país”, son algunos de sus escritos compartidos en la popular red social.

La artillería de Gamarra también alcanzó al investigado fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia, a quien acusó de solicitar su exclusión como asesor de la comisión Áncash.

SÍ “HUBO INCOMODAD”. Tras el terremoto desatado por su salida, Christian Salas Beteta rompió su silencio a través de una entrevista concedida a un medio nacional.

Aunque al principio trató de poner paños fríos y descartar cualquier tipo de presión por parte del Gobierno a favor de Martín Belaunde, terminó reconociendo posibles fricciones con el Ministerio de Justicia, tal como lo informó Correo en su edición del último fin de semana.

“Más que diferencias con el Poder Ejecutivo, lo que hubo - desde mi perspectiva - fue una incomodidad desde el Ministerio de Justicia en relación a algunas declaraciones públicas que formulé respecto a algunos casos bajo mi competencia”, sostuvo.

Luego añadió “no era un tema de fondo, por tema legal, sino más bien por las repercusiones políticas de mis declaraciones. Finalmente, ese no era mi ámbito. No obstante, por mi propia forma de ser, yo consideraba que mis declaraciones legales eran pertinentes y necesarias, más aún en un contexto como el actual, donde algunos temas vinculados con presuntos actos de corrupción requieren ser señalados y conocidos por la ciudadanía”.

Negó que haya existido una llamada de parte del Gobierno para dejar de “escarbar” en el caso de Martín Belaunde, sin embargo sí consideró que en abril de este año durante su visita a Chimbote pudo “evidenciar” hechos que hicieron que denunciara a Belaunde “como miembro de la cúpula de la presunta organización criminal que actuaba en Áncash. No era un elemento cualquiera”. Además reafirmó su posición en que el empresario no puede acogerse a la figura de colaborador eficaz.

Contó que su renuncia “estaba calculada para el mes de enero, exactamente al año de mi gestión. No obstante, otros factores propiciaron que adelante dicha decisión. Básicamente, son temas referidos a incomodidades de índole administrativa, no funcional”.

PAÑOS FRÍOS. Tras las declaraciones de Salas, la jefa del Consejo de Ministros, Ana Jara fue la encargada de poner paños fríos y afirmó que la renuncia del abogado no afecta la lucha contra la corrupción y pidió destacar la labor del pull de abogados y profesionales que laboran en la Procuraduría Anticorrupción.

“No hay que personalizar, no estamos ante un zar anticorrupción”, sentenció.