Indignados y cansados de los constantes archivamientos de denuncias graves de homicidios, asaltos, violaciones y abigeato, decenas de ronderos y pobladores tomaron la mañana de ayer las instalaciones del Ministerio Público y el Poder Judicial de la ciudad de Sihuas, provincia del mismo nombre, en la sierra de Áncash, para protestar contra las autoridades.
Según se aprecia en imágenes difundidas por el perfil de Facebook Radio Sihuasina, la movilización inicial fue encabezada por la Federación de las Rondas Campesinas de Áncash para expresar su rechazo contra la corrupción en el sistema judicial y exigir la destitución de los representantes de la fiscalía, juzgado y de la comisaría de Sihuas.
REHÉN. Luego de marchar por el centro de Sihuas, los manifestantes protagonizaron un plantón, quemaron expedientes y algunos bienes de los locales de la fiscalía, el Juzgado Mixto de Sihuas y el Juzgado de Paz Letrado a modo de reclamo, ya que esperaban la presencia de las autoridades. Incluso tomaron por unos minutos como rehén a un trabajador judicial.
En declaraciones a El Comercio, el prefecto de Áncash, Alex Cordero Cuisano, informó que ha coordinado con la Policía para que envíe refuerzos policiales a fin de que se restablezca el orden, ya que los custodios no se han dado abasto para controlar a los pobladores.
Comentó que la Subprefectura de Sihuas otorgó las garantías para realizar una movilización pacífica, sin imaginar que la protesta terminaría en violencia.
“No han tenido respuesta de las autoridades y en represalia han atentado contra la sede del Ministerio Público, han roto las puertas, han sacado los archivos y los han quemado, luego se han dirigido al Juzgado Mixto de Sihuas y han hecho lo mismo. Lamento que no se hayan tomado las acciones contra jueces y fiscales que trabajan en esta provincia”, declaró Cordero.
Las principales autoridades de la región sostuvieron una reunión de emergencia en la ciudad de Huaraz, a fin de acordar las acciones a tomar.
El presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Áncash, Jorge Luis Temple Temple, dijo que la situación está controlada y que el personal de la sede fiscal no sufrió ningún daño.
Dijo también que la protesta se dio por “una mala información”, sobre un caso de homicidio.
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