¿Cansado de comer panetón? Prueba el rico y saludable 'chutatón' (VIDEO)

Las fiestas de Navidad se viven intensamente a nivel mundial, y en el país uno de los símbolos gastronómicos es el tradicional panetón, postre que siempre ha tenido un lugar preferencial en la mesa de todos los peruanos, sin embargo,  su alto contenido en grasas, harina y otros ingredientes, han hecho que algunos comensales volteen la mirada buscando opciones un poco más saludables, es así que en Cusco encontramos el chutatón.

Correo llegó hasta la pequeña localidad de Oropesa, ubicada a 30 minutos de la Ciudad Imperial. El lugar es ampliamente conocido por la elaboración de las chutas, unos panes grandes y circulares que se preparan en la zona desde la época de la Colonia.

En el lugar entrevistamos a Angélica Herrera, dueña de la panadería 'Cachito Amarillo', una de las más representativas del sector. La panadera cuenta que buscando innovar en la producción de chutas y debido a pedidos especiales que le hicieron llegar, inclusive a nivel internacional, crearon el chutatón, que mezcla lo mejor de las chutas con los ingredientes clásicos del panetón, resultando un producto muy rico pero bajo en calorías.

TRADICIÓN DE EXPORTACIÓN.

"Mi mamá me enseñó a hacer estas chutas, y a ella le enseñó su mamá, venimos produciendo cerca de 40 años y ahora lanzamos al mercado los chutatones, hecho de manera artesanal con lo más seleccionado de los productos cusqueños", contó.

Álvaro Góngora es parte de esta familia de panaderos tradicionales, él cuenta que el secreto para la elaboración de una chuta y un chutatón es el agua, que es captada desde el Apu Pachatusán, dándole un sabor único a estos panes, que son elaborados a base de trigo cusqueño y otros ingredientes típicos.

"Acá no usamos conservantes, preservantes ni saborizantes, cosa que sí hacen las grandes industrias para conservar sus productos por años. El chutatón es hecho en el momento, con lo más seleccionado del campo cusqueño, su sabor es inigualable y tiene frutas confitadas y pasas negras para distinguirlo como postre navideño", mencionó.

EMPRENDIMIENTO CULINARIO.

El horno de 'Cachito Amarillo' permanece encendido las 24 horas del día, siete días a la semana. Por lo general producen entre 500 y mil panes chuta por día, dependiendo de la fecha y de las festividades.

Nos comentan que buscan colocar al chutatón en el lugar de las chutas clásicas, las cuales son enviadas a todas partes del Perú para ser consumidas acompañando un buen café o un rico chocolate.

"Esta es una opción artesanal, saludable y amigable. Es hora de probar productos nuevos y apoyar los emprendimientos, nadie dice que los panetones sean malos, son muy ricos, pero los chutatones son otra cosa (risas)", finalizó Álvaro Góngora.

EL CHUTATÓN EN ESENCIA.

Los panaderos de Oropesa no tienen miedo de confesar qué ingredientes llevan sus chutatones, porque aseguran que aunque intenten prepararlos en otro lado el resultado no es el mismo, "Ya han intentado hacer chutas en Cusco y Lima, pero no tienen las condiciones que manejamos acá", refieren.

Un buen pan chuta o chutatón contiene harina especial, agua, azúcar y hasta una pizca de sal de Maras, todo esto se mezcla con levadura, manteca especial, anís tostado y agua de un manante ubicado en Oropesa

Tradicionalmente los hombres de la casa eran quienes se encargaban de amasar la llamada masa madre, luego las mujeres y niñas se encargaban de las finas decoraciones, muchas veces con nombres, dedicatorias y hasta dibujos hechos en el mismo pan, para que luego los maestros horneros introduzcan las chutas para su cocción. El tiempo y la temperatura deben de ser los ideales para disfrutar de una chuta o chutatón suave, esponjoso pero con bastante cuerpo y carácter, nos indican.

DATOS:

-Oropesa queda en la vía Cusco - Urcos, la mayoría de panaderías se asentaron a los lados de la vía, así que al pasar en auto o en bus, el olor de pan fresco, recién horneado lo obligará a hacer una parada técnica.

-Decenas de turistas mandan a elaborar chutas con sus nombres o los nombres de sus seres queridos, se llevan los panes recién horneados y hacen viajes alrededor del mundo. Para disfrutar de su sabor al máximo no deben pasar más de tres días desde su elaboración.

CIFRA:

-Hace 40 años el abuelito Gregorio Herrera salió a vender panes en Oropesa, él llevaba una gorrita amarilla que lo distinguía, desde entonces lo apodaron 'Kéllu Cacho' o 'Cachito Amarillo', nombre que posteriormente tomaría el negocio familiar.