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Quiquijana es un pequeño pueblo ubicado en la provincia de Quispicanchi, a 45 minutos del Cusco, el lugar se caracteriza por celebrar con fervor todo tipo de fiestas costumbristas, sin embargo hay una que llama la atención en especial: el Gayado Q'asuy o el modernamente bautizado: 'Hockey Inca'.

Este juego se practica por años en la citada localidad y siempre se realiza en la primera semana de enero,a modo de comenzar el año nuevo y reunir a todos los comuneros de la zona en una fiesta que enfrenta y a la vez hermana a los moradores de la zona.

BOLA EN JUEGO. El lugar elegido para el Gayado Q'asuy es la plaza de Quiquijana, justo frente al templo local, donde se reúnen las autoridades, dirigentes comunales, jugadores y la afición proveniente de todo el distrito.

La cancha se delimita antes del partido, las antiguas bolas de madera y los bastones se juntan en medio y se bendicen por el párroco, el alcalde y los dirigentes de Quiquijana, todos piden unidad, prosperidad y un buen año agrícola.

Los primeros en enfrentarse son los comuneros regantes de las comunidades denominadas Huray Calle y Kijllu Calle (Calle de Arriba y Calle de abajo en su traducción al español), la tradición reza que si gana el equipo de la tierra deparará un buen año en Quiquijana, de lo contrario no será miy bueno en cuanto a cosechas.

UNA TRADICIÓN QUE PERDURA EN EL TIEMPO. Antes del Gayado Q'asuy los pobladores participantes se reúnen de madrugada para realizar faenas comunales y laborar hasta la salida del sol, es cuando retornan hacia el pueblo, descansan y se preparan para los partidos.    

El atuendo oficial son chullos y ponchos de la zona, asegurados con cintos para evitar que se caigan o muevan impidiendo la visión de los jugadores, además de esto el toque final lo ponen un buen par de ojotas, que brindan buena tracción a los jugadores, pero no los protegen demasiado de los golpes, es común que los cotejos terminen con lesionados o hasta fracturados en ambos bandos.

"Este es un juego histórico que se practica desde hace siglos, si bien es cierto antes la participación era mucho mayor y con mayor número de comunidades, el juego se sigue llevando a cabo y buscamos preservarlo para las futuras generaciones, porque es parte de nuestra identidad", citó para Correo Vicente Jove, alcalde de Quiquijana.

SINCRETISMO RELIGIOSO. En poblados como Quiquijana las costumbres ancestrales se mezclan con la religión católica, es así que los moradores creen tanto en Dios como en la Pacha Mama o Madre Tierra. Este juego es muestra latente de esta simbiosis cultural ya que los triunfos son dedicados a ambas deidades y se agradecen a ambas por igual.

"Nosotros como Iglesia apoyamos la difusión de las costumbres de nuestros pueblos, las tradiciones son la riqueza de cada lugar y es nuestro deber mantenerlas, por ejemplo hoy, como manda la tradición, me toca jugar contra el alcalde, espero ganar para que así sea un buen año y nuestra Pacha Mama nos colme con buenas cosechas", refirió el padre César Cárdenas, párroco de Quiquijana.