Los incendios forestales no tienen para cuándo acabar en la región Cusco. Recientemente, dos de estos hechos, cobraron la vida de un joven estudiante en la provincia de La Convención y destruyeron toda una reserva de vicuñas en la provincia de Chumbivilcas.

El primero de los siniestros se registró en el sector denominado Naranjal, perteneciente al distrito de Inkawasi, en la provincia cusqueña de La Convención, donde Beder Alarcón Aguilar (20), natural de Andahuaylas (Apurímac) falleció producto del fuego.

Fueron los moradores de la zona, quienes descubrieron el cuerpo del joven en medio de una quebrada, al momento del hallazgo los restos aún permanecían en llamas.

Se supo que la víctima había salido a combatir el incendio junto a otros comuneros, en vista a que el fuego se acercaba a algunas viviendas, Beder habría sido rodeado y no pudo escapar.

TRAGEDIA EN RESERVA DE VICUÑAS

Casi al mismo tiempo, los habitantes de la provincia de Chumbivilcas dieron aviso a las autoridades sobre un gigantesco incendio forestal en la comunidad campesina Pullpuri Uscamarca, perteneciente al distrito de Santo Tomás.

En el lugar las llamas comenzaron cerca a la zona conocida como Qenqo, de donde el fuego se esparció rápidamente debido a la gran cantidad de material combustible y los fuertes vientos.

Las autoridades de la zona han mencionado que este incendio destruyó una reserva completa de vicuñas, calculando las pérdidas en más de 400 especies, por lo que piden apoyo de las autoridades para mitigar todos los daños.

En comunicación con Correo, el jefe de la IX Comandancia Departamental de Bomberos del Cusco, brigadier CBP José Arellano, señaló que ambos incendios ya fueron controlados y están en vías de ser extinguidos, llamando a la población a evitar quemar los campos de cultivo.

“Ya son más de 550 incendios forestales en lo que va del año, esta temporada ha sido terrible para todos, pedimos la reflexión de los pobladores y las autoridades, se necesita más trabajo de conciencia a todos los involucrados, los incendios forestales no solo destruyen flora y fauna, también cobran vidas humanas”, sentenció.