Ser mujer y ser autoridad en Perú, tarea difícil, pero no imposible (FOTOS)
Ser mujer y ser autoridad en Perú, tarea difícil, pero no imposible (FOTOS)

En pleno Siglo XXI el mundo continúa siendo disparejo para hombres y mujeres, si bien la costumbre de una sociedad machista se está venciendo poco a poco, los rezagos de un mundo desigual aún subsisten y se nota claramente que la paridad escrita en el papel, todavía no llega a traducirse en la práctica.

En este contexto se torna todo un reto ser mujer y ser autoridad en el Perú, no diremos que es complicado, sino más bien laborioso, más de lo que debería ser y esto lo sabe muy bien la comandante PNP Edith Espejo, la única comandante mujer y jefe de comisaría en la Región Cusco.

Veintitrés años en la Policía y muchos aciertos que la llevaron hasta donde está; Edith Espejo es madre, mujer y comisario, siempre en ese orden como ella misma indica, y daría su vida por su institución, dice que la Policía es lo mejor que le ha pasado y que no parará hasta ascender al máximo grado, por ella y por todas las mujeres cusqueñas.

"Me siento agradecida y bendecida, trazarse metas y lograrlas en tu propia tierra es hermoso, siempre he buscado resaltar la fortaleza de la mujer cusqueña y peruana, y creo que lo estoy logrando poquito a poco", señala.

Menciona que cuando se inició en la Policía solamente habían cinco promociones de mujeres antes que la suya y que el tema de la igualdad era bastante incipiente. Confiesa haberse sentido discriminada por policías que le mencionaban que ese trabajo era 'sólo para hombres', el tiempo demostraría que destacar en esta y otras labores no es una cuestión de género.

La comandante Espejo recuerda que mientras iba ascendiendo y ganando puestos de confianza iba teniendo menos amigos, la envidia y el sexismo se hacían evidentes, pero ella continuaba escalando posiciones, tapando la boca de quienes decían que no podría con el 'peso' de las tareas asignadas.

"A algunos colegas les molestó que una mujer se haga oficial tan rápido y a algunos suboficiales no les gustaba recibir órdenes de una mujer, pero asumí todo esto como pequeños obstáculos que podía salvar y que me ayudarían a formar mi carácter".

LA JEFA DEL CUSCO.

Actualmente la policía es jefe de la Comisaría Sectorial de Cusco, ubicada en el corazón de la Ciudad Imperial y calificada como una de las dependencias más 'movidas' del sur del Perú, esto por el número de intervenciones, denuncias y por el propio ritmo que lleva el centro de Cusco que obliga una labor policial más dedicada y metódica.

La tarea de guardar el orden y disciplina se tornó aún más compleja durante estas últimas semanas, ya que el cercado de Cusco concentra la mayor cantidad de turistas en la ciudad y la labor de resguardarlos, hacerles caer en cuenta que no podían salir a pasear, divertirse y hacer las cosas para las que habían llegado al país, recayó completamente en la Policía, que tuvo que redoblar turnos y aumentar los patrullajes a fin de hacer cumplir las disposiciones emanadas desde el Estado.

"El ritmo de vida que se maneja en Cusco es bastante agitado, a veces los locales y turistas no entienden que se deben de quedar en casa y deciden quebrantar la ley, pero ahí estamos nosotros para hacerla cumplir y llevar a la Sala de Meditación (calabozo) a todo aquel que no quiera cumplir las normas", señala.

La comandante inicia su día ordenando las guardias de sus subalternos a las cuatro de la mañana, luego toma algo ligero y sale ella misma a patrullar, en el centro la conocen como 'La Jefa' porque no aguanta pulgas a nadie y hace que sus policías hagan cumplir al pie de la letra el Estado de Emergencia Sanitaria en el que nos encontramos.

Sus días discurren entre operativos e intervenciones, es solicitada por las principales autoridades locales para emprender operaciones conjuntas, y por lo general llega a casa cerca a la media noche "estos tiempos son un poco duros, pero solamente cumplimos con nuestro deber, estaré descansando unas cuatro horas por día, pero es por el bien de todos, si uno no impone el principio de autoridad las cosas se salen de las manos", acota.

CONVIRTIÓ SU COMISARÍA EN UN CENTRO DE ACOPIO.

Mientras realizamos esta entrevista el teléfono celular de la comandante no para de sonar, cita que los vecinos del centro se han pasado la voz y que le piden ayuda constantemente. Sucede que hace poco la oficial emprendió una campaña de recolección de alimentos, o sea, además de brindar seguridad y hacer cumplir la ley, también reparte artículos de primera necesidad que logró comprar gracias a una iniciativa de desprendimiento, por la cual ella y los más de 200 policías que conforman su unidad pusieron de su dinero para ayudar al prójimo.

Esta campaña se hizo viral y ahora llega apoyo y donaciones desde distintos puntos de la ciudad, los artículos de primera necesidad son almacenados en su comisaría, que ahora se convirtió en una suerte de tambo del antiguo tiempo de los incas, de donde salen alimentos para repartir a los más pobres, todo bajo la atenta mirada de la oficial.

La policía se despide haciendo un llamado a todas las mujeres del Perú, para que sigan sus sueños y los cumplan sin importar el qué dirán o los pequeños obstáculos que nunca faltan, menciona que todos debemos hallar fortaleza en momentos de debilidad y saber liderar a los nuestros por en medio de los problemas, señala que la actitud con que uno mira las cosas cambia completamente el panorama y se despide asegurando que seguirá dándole 'duro a la chamba' hasta convertirse en coronel, después general, y después comandante general de la Policía, lo dice con tanta convicción que estamos seguros que lo logrará.

DATOS:

-Edith tiene dos hijos mellizos de 13 años, no ha podido almorzar con ellos ni entablar una conversación larga desde que comenzó el Estado de Emergencia, pero dice que eso ahora no es de vital importancia, sino luchar por una sociedad mejor, libre de delincuencia, drogas y desigualdad, es el compromiso que tiene para con ellos y por el cual lucha día a día desde su trinchera.

-El día de la entrevista la comandante celebró su cumpleaños en su comisaría, en medio del Estado de Emergencia no pudo recibir ni un abrazo por la orden de distanciamiento social, pero recibió el saludo de sus colegas, vecinos y hasta autoridades que llegaron para felicitarla por su labor.

*Texto/fotos: Juan Sequeiros.