Un café cargado con bastante tradición en Cusco
Un café cargado con bastante tradición en Cusco

Tomarse un café en la mítica ciudad del Cusco es cosa seria. Sus más de 3,300 metros de altitud invitan a locales y turistas a deleitar sus paladares con bebidas calientes y qué mejor si es con una buena taza de café, cultivada en los extensos valles interandinos, antiguamente regentados por los generosos incas.    

Es así que la tradición de tomar esta bebida ha ido en crecimiento a través de los siglos, encontrándose en Cusco pocos cafés tradicionales, siendo uno de los más antiguos el Café Carbel, inaugurado una tibia tarde de otoño de1968.     

Abel Rozas, nieto del fundador y actual administrador del lugar, cuenta a Correo que sigue con ahínco los preceptos pasados de generación en generación y que el café que ofrece al Cusco y al mundo es único y especial, como el primer día en que abrió su local.  

“Mis abuelos comenzaron este sueño hace casi 50 años en el Valle de Incahuasi en Vilcabamba, ahí cosecharon los mejores granos de café de todo Cusco y emprendieron este negocio. Es difícil obtener buenos granos de café, se tiene que seguir un proceso minuciosos y balanceado para obtener un buen sabor, cuerpo y aroma”, cita Abel.  

Café Carbel trabaja con granos que son cosechados entre los 1600 y 1800 metros de altitud, lo cual hace que el grano madure con mayor lentitud, desarrollando de mejor manera sus sales y redondeando el sabor típico del café del valle de Cusco.

“Yo pertenezco a la tercera generación de productores de café y mis hijos ya están aprendiendo de a pocos la magia de esta tradición, estoy seguro que con un poco de amor y de esfuerzo, esta práctica casi artesanal de cosecha y tostado continuará para siempre, como quisieron mis abuelos y fundadores de la empresa, Juvenal y Lucila”, refiere el administrador del negocio.

Además de servir y vender café, en el lugar también se sirve té, además de producirse exquisitos bombones y chocolates hechos con el más puro cacao de Cusco, todo esto combinado junto a nostálgicas prácticas para pasar el café, además de cursos de barismo y otros, dictados por el barista profesional Miguel Deza.

“Queremos mostrar al mundo entero la manera correcta de pasar y tomar un buen café. No basta con abrir una lata de café preparado y mezclarlo con agua, todo esto va más allá de los sentidos y de las sensaciones, queremos recuperar el arte de tomar café y revalorar los granos que se producen en Cusco, donde hay producción de muy alta calidad, pero que aún no halla el sitial que le corresponde a nivel mundial. Café Carbel brinda a los hogares el sabor y aroma inconfundible del café cusqueño, desde 1968, la calidad del producto garantiza su pureza, finalizó Abel.

DATOS:

-La denominación Café Carbel proviene de la combinación de Carmen y Abel, nombres de los padres de Juvenal Rozas, uno de los primeros productores de café del Valle de Incahuasi en Cusco.

La casa signada con el número 181 de la calle Desamparados es el lugar donde queda el pequeño y acogedor café, lleno de conceptos culinarios tan tradicionales como hospitalarios.