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La vida castiga a los más pobres. Viste sus ropas viejas y descoloridas, una gorrita de lana y una manta vieja que ya no abriga nada.

Fidencia Montalván aferra sus brazos con fuerza a los hombros de su hijo, que la carga en la espalda. El muchacho sostiene a su madre, pero además se da abasto para coger los palos de árbol, que le sirven de muletas a su progenitora.

La abuelita de 62 años y su vástago que sufre de epilepsia, llegaron desde el lejano distrito de Colca, ubicado a unas 3 horas de viaje y a3,516 metros de altitud. En su pueblo, donde la pobreza extrema los agobia, ellos viven en una choza rústica de adobe, no tienen para comer y el muchacho tiene que cargar a su madre, porque no puede comprar una silla de ruedas.

Ayer en la madrugada, cansado del olvido y con unos cuantos soles en el bolsillo, decidieron tomar un bus de transporte público para arribar a la ciudad de Huancayo en busca del apoyo de las autoridades.

”Mi mamá no puede caminar, los pies no le funcionan bien, necesita apoyo con una silla de ruedas, en mi casa hace mucho frío y por eso necesitamos que nos escuchen” manifestó el muchacho mientras mantenía a su progenitora cargada en la espalda. Rubén Enríquez cuida a su madre como si fuera una hija. Hace varios meses la abuelita de 62 años dejó de caminar y desde entonces. Rubén la lleva a todos lados para que no se sienta sola. Cuando va a trabajar a la chacra, también la carga, sin importar el trayecto que tenga que recorrer.

AGRADECIDA. “Cuando yo podía caminar siempre trabaje por mis hijos, vendía en las calles y me mojaba en la lluvia por conseguir dinero y ahora mi hijo que sufre de epilepsia y tiene una hernia, me carga, por eso pido ayuda de las autoridades para conseguir una silla de ruedas”, replicó en medio del llanto Fidencia. La anciana comenta que en su humilde vivienda, el frío entra por todos lados, en la noche le duelen los huesos. En su humilde morada solo tiene un viejo colchón y unas mantas viejas, allí no llegó el apoyo del Gobierno y por eso se decidió a viajar hasta Huancayo.

No obstante cuando llegó a la ciudad solo encontró indiferencia, ayer tratamos de contactarla con la Beneficencia de Huancayo y los funcionarios no estaban disponibles. Además acompañamos a madre e hijo hasta la oficina de apoyo a la persona con discapacidad de la comuna huanca, donde el encargado José Elorrreaga dijo que no habían sillas de ruedas disponibles, solo les dio la salvedad de poder gestionar ante alguna institución. No obstante ese trámite tomaría su tiempo. En el local solo tenían un andador para niños. Por eso mencionó que tal vez el Gobierno Regional podría apoyar a la anciana en sus necesidades.

DRAMA. Más de un millón en el Perú sufre discapacidad. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática en la primera encuesta nacional de discapacidad registran a un millón 575 mil 402 personas con discapacidad. Además un 47.9% son varones y un 52.1% son mujeres. En Junín 45 mil 622 personas sufren de alguna discapacidad.

BUROCRACIA. En la región Junín diversas instituciones gestionan donación de sillas de ruedas y para acceder el trámite es muy engorroso.

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