Una cifra que va en aumento y preocupa. Según un informe del Ministerio de Justicia (Minjus), del 2000 al 2015 se ha duplicado la tasa de menores infractores que fueron atendidos en el Sistema de Reinserción Social del Adolescente en Conflicto con la Ley Penal, a cargo del Poder Judicial. En ese periodo, la cifra creció de 3387 a 6611, el aumento más significado se dio en los últimos cinco años. En el 2015, de cada 100 mil adolescentes, 285 registraron algún tipo de conflicto con la ley penal y en su mayoría terminaron privados de su libertad en un Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación (ver infografía). La cifra pinta la situación a nivel nacional, pero ¿cómo estamos en la región?
INFRACCIÓN. De acuerdo al estudio elaborado por el Observatorio Nacional de Política Criminal del Minjus, son dos los delitos más frecuentes cometidos por menores. El robo en todas sus variantes (42.8%) y la violación sexual (16.2%). Además, precisa que el 35.7% de los adolescentes infractores provienen de Lima y la mitad viven en una zona urbano-marginal con alta incidencia de pobreza y un alto nivel de prevalencia de violencia. La tendencia transgresora es elevada en adolescentes de 16 y 17 años, quienes no terminan la educación básica regular. Del censo realizado este año en los centros juveniles revela que 4 de cada 10 menores que han infringido la ley tienen un familiar en prisión o abandonaron su hogar antes de cumplir los 10 años. En tanto, uno de cada dos ha consumido drogas. Por otro lado, advierte que la capacidad máxima de albergue en los nueve centros de internamiento es de 1473, pero hasta diciembre de 2015 atendieron a 1943. En Huancayo, hasta fines del año pasado, habían 165 internos teniendo con capacidad máxima solo para 120.
OPORTUNIDAD. En Huancayo, la fiscalía ha informado que existe el programa persecución estratégica del delito, que incluye el subprograma ‘Jóvenes Líderes’. Según explica la fiscal, Tapia, este proyecto busca la recuperación de los menores. “En el programa tenemos a 40 infractores a los que se le impuso comparecencia condicionada con ciertas reglas. Deben asistir todos los jueves a los talleres y charlas en la fiscalía para que en un plazo de un año sean evaluados entorno a su progreso de recuperación”, refirió Tapia. Según manifiesta, no todos los infractores acceden a este beneficio, sino los que hayan cometido faltas leves y tengan arraigo familiar que garantice la inexistencia de fuga. “Para los infractores graves como homicidio, violación u otros, no existe comparecencia y son internados al centro juvenil”, finalizó.