Después de seis meses de cuarentena por el COVID-19, las consecuencias psicológicas están saliendo a flote e impactan de forma particular en cada etapa de vida. La psicóloga jefa del Centro de Salud Mental de Chilca, Katherin Castro Flor, explicó que el miedo al contagio, privarse de actividades sociales, situación económica y laboral provocaron ansiedad, depresión y miedo.
Castro Flor, explicó que los niños por su plasticidad y desarrollo perdieron su rutina y muchas fuentes de estimulación al perder la escuela, amigos y otras actividades. Por ello, los adultos o padres son los responsables de generar ese estado equilibrado en su salud mental. “Los niños absorben como una esponja, si se presenta miedo, ansiedad o tristeza ellos también presentarán estos trastornos. Para evitar, los padres tienen que realizar actividades recreativas, hacer horarios para tareas, ejercicios y algunas actividades del hogar que los mantengan activos”, dijo.
Adolescentes son un grupo más vulnerable
En el caso de los adolescentes, la especialista recalcó que son el grupo etario más vulnerable debido su conducta cambiante. A raíz de la pandemia, se sienten tristes, deprimidos, enojados y ello se puede consolidar en trastornos mentales.
“Los adolescentes son el grupo más preocupante es importante, mantenerse alerta a las señale sde problemas de salud mental como irritabilidad constante, cambios en el peso corporal o hábitos del sueño. Para evitar ello, se debe realizar actividades deportivas, caminar al aire libre, visitar bibliotecas virtuales, escuchar música, realizar su pasatiempo favorito y sobre todo dormir bien”, refirió.
Agregó que, en el caso de los adultos, se registraron ataques de pánico por la carga laboral, desempleo, familiar y otras sobrecargadas por la cuarentena. La falta de relaciones sociales, familiares e incluso sexuales puede generar altos niveles de estrés si no es controlado o canalizado. “Las parejas deben encontrar fortalezas y nuevas formas de comunicación. Organizar el trabajo remoto y ejercicio físico o actividad recreativa a diario”, finalizó.
El Centro de Salud Mental de Chilca continúa su atención con seguimiento vía telefónica y reparto de medicamentos en el establecimiento.