La Corte Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, es un organismo internacional que se encarga de velar por el cumplimiento de los derechos humanos en los países de la región. Sin embargo, en los últimos años, este organismo ha sido criticado por su parcialidad a favor de la izquierda terrorista y cuestionado por sus decisiones que atentan contra la soberanía de los Estados.
La CIDH ha emitido varias resoluciones que han sido perjudiciales para nuestro país. Cerca de 5 millones de dólares se ha gastado en indemnizaciones en favor de sentenciados por el delito de terrorismo.
Además, la CIDH ordenó al Perú indemnizar a terroristas y a sus familiares, entre ellos se encuentran María Loayza Tamayo, Jaime Castillo Petruzzi, la norteamericana Lori Berenson y todo indica que próximamente correrá la misma suerte el cabecilla del MRTA, Víctor Polay Campos. Esto no solo es un insulto a la memoria de las víctimas del terrorismo sino principalmente un reconocimiento de que la CIDH es un organismo que protege los intereses de los terroristas.
Para que el Perú se salga de la CIDH, es necesario que denuncie (artículo 78) la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el tratado que crea este organismo. La denuncia debe ser notificada al Secretario General de la OEA, con un preaviso de un año.
Es necesario que el Perú se salga de la CIDH. Este organismo obsoleto no solo es perjudicial para el país, sino que también representa una amenaza para la soberanía nacional.