“Kawsay Teatro” es un colectivo que viene propiciando la creación y difusión de las artes escénicas en espacios escolares y públicos de Concepción desde el 2018.
En esta ocasión, a propósito de los rituales por el Día de Todos los Santos y de los Difuntos, Kawsay Teatro, a través del evento virtual “Muestra de ofrendas Concepción 2020”, busca incentivar a que se continúe practicando las ofrendas en conmemoración hacia los difuntos desde casa. Por ello se invita a participar con tan solo revisar el fanpage de Kawsay Teatro.
También los pueden ubicar a través de: https://drive.google.com/file/d/1bqef4QdqrM5CB4cGFsMfQdwHdCRXARe6/view?usp=sharing; o https://www.facebook.com/events/372850240462087.
Este colectivo está a favor de preservar los usos y costumbres relacionados a los primeros días de noviembre. Costumbres que vienen de hace cientos de años y que fueron recogidas y estampadas en las crónicas de Guaman Poma de Ayala (1615), que dejó constancia de que noviembre es el mes de llevar difuntos, que en término quechua sería el tiempo del aya marcay quilla.
El pan y los muertos
En Concepción, Lorena Vila, ganadora del XX Concurso Nacional de Tanta Wawas, organizado por el Museo Nacional de la Cultura Peruana, manifiesta que “el pan de ofrenda representa el calor y el amor que se mantiene hacia los antepasados, pues desde los últimos días de octubre las personas mandan a preparar wawas (panes) ya sea para consumo o adorno, tal y como lo evidencia Sirley Ríos (1999) en sus escritos sobre panadería tradicional y expresiones sitoplásticas”.
Asimismo el guía espiritual Alex Malpartida narra que “las ofrendas en el calendario andino son muestras de gratitud colectiva a la Pachamama por el buen devenir en las actividades cotidianas de la vida, en mutua relación con preservar el valor espiritual de la memoria personal y familiar”.
También es importante mencionar a los altares de casa, pues en palabras del maestro de Medicina Xavier Poma, un altar se levanta a lo largo del tiempo para brindar salud al hogar, así como llegar a expresar la diversidad espiritual de los habitantes de la casa.
Por último, Luigie Marín, estudiante de Antropología de la Universidad Nacional del Centro del Perú reafirma que “el estudio de las ofrendas en el marco de la religiosidad popular, es un fenómeno que perdura y que está en constante sincretismo e hibridación cultural, por eso mismo su análisis y estudio debe partir desde la interdisciplinariedad, a fin de evidenciar más paraderos de la cultura y el arte en desarrollo de la identidad peruana”.
El cronista Francisco de Ávila (1586), cita que en tiempos muy antiguos el hombre andino ya velaba a sus muertos durante cinco días, pasando los días el difunto volvía a casa, para lo cual las familias preparaban comida y bebida.