Maricielo V.H. (16), era la mayor de cuatro hermanos, estudiaba inglés y le gustaba el básquetbol. La tarde del domingo se reunió con su compañero de estudios Ángelo G.G. (16) en la plaza de Concepción, sin imaginar que planeaban matarla. Ángelo y su amigo Fernando O.T. (17), al ser descubiertos por los policías, confesaron que la asesinaron en el cerro Jerusalén del distrito de Santa Rosa de Ocopa, como una ofrenda al demonio.
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Ayer, sepultaron a la estudiante del quinto año de secundaria. Sus compañeros dijeron que era muy estudiosa.
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El féretro fue llevado al cementerio de Concepción a las 15:00 horas con una banda de la iglesia evangélica.
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Sus padres llorando decían que todo lo dejan en manos de Dios. En tanto, los infractores en las próximas horas serían sometidos a un proceso sumario por existir la flagrancia del delito y la confesión detallada del homicidio calificado. Los asesinos habrían confesado que antes ya sacrificaron otra vida humana en Comas.
