Emergencia: Con baldes y un grifo, hospitales sufren por falta de agua para atenciones

Emergencia sanitaria. La crisis del abastecimiento del agua potable no solo viene afectando a los hogares de la provincia, también ha llegado hasta los centros hospitalarios. Es el caso del hospital Materno Infantil El Carmen y Daniel Alcides Carrión en Huancayo. Ambas ubicadas en la misma avenida.

Según la denuncia de los mismos trabajadores, deben hacer uso de baldes de plástico, llenarlos de agua, y utilizar el líquido elemento a través de un grifo (caño). “La crisis es mayor durante las noches”, nos refiere uno de los denunciantes, que prefiere no identificarse, pero nos muestra las evidencias. Los pacientes deben ser abastecidos con vasos de agua, incluso para su aseo personal.

SECTORES. Según la denuncia, eso ocurre en las áreas de ginecología, pediatría y Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El desabastecimiento se presenta desde hace tres meses y durante la noche. “Nosotros mismos, cada turno, debe de abastecer con ese balde de agua. Hay que llenarlo”, explicó uno de los denunciantes.

Hace algunos días en Sedam Huancayo, han referido que la crisis por agua se debe a que no se abastecen para el servicio debido al crecimiento poblacional. La situación se agrava, según dicen, por horas.

SALUD. Buscamos la respuesta en el nosocomio, pero no hallamos a los responsables. Debido a ello, buscamos al director regional de salud, Henry Aguado. “Efectivamente, hace unos días tomé conocimiento del caso. Ahora, hay que ver el tema con el propio director, pero al margen de los problemas que tiene Huancayo con el corte de agua, tienen esos tanques elevados que almacenan agua. Han tenido inconvenientes, uno o dos días, me dijeron”, aseguró Aguado. Asimismo, dijo que es de acción inmediata que Sedam de solución al caso, porque un centro hospitalario no puede estar sin agua, más aún cuando atiende emergencias. “Hace semanas pasó algo similar con el fluido eléctrico en el hospital Carrión, y debió ser solucionado de inmediata”, dijo.

PLAZO. Los denunciantes aseguran que son tres meses en la que conviven en esta situación con los pacientes.