En el comedor de los pobres, el menú no lleva un trozo de carne
En el comedor de los pobres, el menú no lleva un trozo de carne

En el comedor de los pobres, donde se come el menú de S/.1.50, sin una presa de carne. Los comensales forman largas colas, una hora antes de que se sirva el rancho del día. Los abuelitos, estibadores, indigentes y hasta jóvenes sin trabajo están impacientes, lucen hambrientos y cuentan los minutos para poder entrar.

DIVERTIDOS. Mientras esperan, la alegría se contagia entre ellos, se hacen bromas recordando momentos de su juventud. No faltan los cantores como Luis Morales Huamán, más conocido como “Cachiri”, que afirma que sus hijos viven en Huaycán y que el solo está en Huancayo de manera temporal, hasta que consiga concretar el trámite para conseguir su jubilación. Entre los varones está una risueña abuelita, que se llama Irma Osorio Huamán. Ella perdió a sus padres y no tiene hijos.Ahora tiene que valerse sola en la vida y solo le alcanza para comprar su menú. Su ropa luce vieja y lleva un papelito, que tienen escrito el nombre Paúl, además de un número telefónico. Ella te pide llamar, ya que esa persona le traerá un abrigo, el que tiene ya luce viejo y desgartado. Entonces, un ruido llama la atención, las puertas del comedor se abren y todos se empujan para entrar. En su mano llevan una moneditas, de 10, 20 y 50 céntimos para pagar. Una mujer les cobra y les da su ticket, mientras cogen las charolas, los asistentes del comedor les sirven la sopa, el arroz, la carapulcra y una mazamorra, además de refresco. “Los comensales pedimos el mejoramiento de la comida, todos los días sirven lo mismo y solo los martes y jueves se ve el mejoramiento del rancho, el resto de la semana, no hay presa en el plato”, reclamó Elver Castro.

Asimismo, reclamó por las viejas charolas, la falta de un lavatorio de manos y un baño para que puedan hacer sus necesidades fisiológicas, sobretodo los ancianos y discapacitados.

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