En 2021, Pariahuanca fue reconocida por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) como una zona de agrobiodiversidad, en virtud a su importante diversidad genética, agrícola y cultural. Ahora, la organización Fovida viene implementando el proyecto “Muqu talpuy, allin kausay - Sembrar semillas para vivir bien”. “Justamente por ser una zona de agrobiodiversidad reconocida por el Estado estamos implementando el proyecto para que los productores logren conservar, revalorar y proteger las semillas, para garantizar la seguridad alimentaria y enfrentar el cambio climático”, manifestó el coordinador del mencionado proyecto, Ángel Villavicencio Duran.
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Beneficios
Explicó que, “el cambio climático es un problema que afecta más a los pequeños agricultores, y peor si se dedican al sistema de monocultivo, en Pariahuanca está avanzando el monocultivo de palta y de maíz, pero se traduce a enfermedades que perjudican los cultivos, así como los efectos del cambio climático. Están dejando de lado un mecanismo que se llama la agrobiodiversidad, promover que las semillas sean más resilientes al cambio climático, entonces el proyecto busca reponer esa capacidad en los productores para que protejan sus semillas”.
El proyecto interviene en los sectores de Lampa, Chaquicocha, Lucma, Palta Rumi, Pariahuanca, Panti, Libertad de Occoro, San Balvin, Antarpa Chico, y San Cristóbal de Picpis (Antarpa Grande). Se caracteriza por concentrar 65 especies de plantas medicinales, más de 50 variedades de papas nativas y mejoradas, 11 variedades de maíz, 8 variedades de mashua, ajies (rocoto, chuncho, de lima, pamka, mocoro), arveja, habas, entre otros. Además, posee recursos florísticos de unas 70 variedades de orquídeas, entre otros.
Villavicencio Duran, señaló que, la metodología de trabajo será: familias mejoran el manejo con el liderazgo de las mujeres, las comunidades campesinas serán fortalecidas en el manejo sostenible de sus bienes comunes con enfoque de género, las familias recuperarán y mejorarán el consumo de alimentos locales de alto contenido nutricional y fortalecer su actoría política para incidir sobre el marco normativo nacional de semillas. “Enseñaremos a los productores cómo se puede recuperar las semillas, y de cómo pueden resistir a las plagas”, dijo. En el sector hay una población de 1840 productores que conservan las prácticas ancestrales.
La comunera y representante de la Asociación Lunaysapa Warmi - Mujeres Emprendedoras, Pilar García, añadió que, “servirá mucho el proyecto ya que conservaremos y recuperaremos las semillas (...). Decirle no al uso de agroquímicos y fortalecer la agricultura orgánica, rescatar los suelos, y mejorar la economía de las comunidades”. Se dedica a la siembra de paltos, granadillas, maíz, frijoles, papas; incluso lo exportan.