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Ayer se celebró el Día del Padre y cientos de personas visitaron los diferentes cementerios para dejar flores a sus difuntos padres, sin embargo, también hay progenitores que llegaron hasta los nichos donde descansan los restos de sus hijos, en su día.

MEMORIAS.  Desde muy temprano las puertas del Cementerio General de Huancayo fueron abiertas para recibir a decenas de personas que llegaron en familia, portando flores, cartas, globos, y demás recuerdos por el Día del Padre. Pero, también hay historias particulares.

Es así que cada tercer domingo de junio, Zenobio Centeno Mauricio (72) visita el nicho de su hijo David Centeno Martínez, quien falleció el 2 de febrero de 1978, cuando solo tenía dos años de vida. Han pasado 39 años, y durante está fecha conmemorativa, él acostumbra visitar a su hijo.

No hay palabras para describir el fallecimiento de un padre, pero es más trágico que un padre entierre primero a su descendiente. “Eran cuatro pequeños, que jugaban cerca a un puquio, David enfermó desde aquel día y luego de un mes, murió”, nos dice Centeno Mauricio.

A su lado se encuentra su esposa Plácida Martínez Pérez (65), quien nos comenta que tienen 7 hijos, incluyendo a David que partió muy pronto. “Los jóvenes deben de apoyar a sus padres, muchos hijos se olvidan de sus padres. Hay que tener suerte”, dijo Martínez Pérez.

Asimismo, ellos están juntos 53 años, un matrimonio basado en confianza y comunicación. “Ha sido un buen papá, educó bien a sus hijos. Ellos tiene que ser personas de buen comportamiento. El consejo que les dio su padre fue nunca maltratar a una mujer”, manifestó Plácida.

Pero, es tan solo un ejemplo de lo que le ocurre a decenas de progenitores.

GRUPO. Al recorrer los pabellones del camposanto, podemos observar a familias enteras que llegaron hasta el cementerio llevando las tradicionales flores y adornos, pero también con alimentos y bebidas para compartir con sus seres queridos en este día.

Incluso habían personas que rezaban frente a las tumbas de sus seres queridos, ya sea su esposo, su padre, su abuelo.

“Cada Día del Padre venimos a dejarle sus flores. Lo recuerdo porque era muy bueno conmigo e hice una promesa que mientras tenga vida siempre vendré a verlo al cementerio”, nos dice una joven mientras coloca las flores en la tumba de su padre.

No faltan las bandas musicales y las personas que, pese al dolor de la pérdida, prefieren recordar a sus seres queridos con bailes y canciones.

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