Por un lío de tierra, Pio Teodoro Mejía Raza (38), fue secuestrado. Cuando la policía interrogó a testigos, se descubrió que el ganadero  - que había ganado un juicio de tierras - había sido golpeado, quemado y descuartizado por más de 10 personas. Unos comuneros contaron a las autoridades que Pio Mejía trató de escapar del sector de Contadera en La Oroya, oculto en la maletera de un auto, pero una turba lo sacó a golpes. Lo último que se supo del ganadero fue que sus restos cortados fueron regados en el cerro denominado como “La Mina”. 

Por ello, efectivos del Departamento de Policía Canina (Depolcan) de la ciudad de Lima, junto a agentes de La Oroya y Tarma, buscaron al desaparecido. Después de 2 días de recorrer el extenso terreno, con dos mascotas entrenadas, detectaron que en una caverna había algo extraño. 

Los custodios entraron a la cueva, ubicada cerca de un tragadero de agua de 8 metros de profundidad Urahuchoc y Ancashmarca, y hallaron los restos óseos. 

Según las pesquisas, los huesos hallados pertenecerían a Pio Mejía Reza, quien el 19 de diciembre del 2016, fue secuestrado. Regina Raza Machacuay, madre de Pio, solloza refirió que los sospechosos Pedro Cajamalqui Barzola, Aníbal Rau Rau y Elias Bartolo Timoteo, se llevaron a su hijo con dirección a Tarma, en una camioneta 4x4, ploma, de placa BOE-900. Luego nada más se supo de él.

TRISTE. El jueves uno de marzo, por orden judicial, los policías dirigidos por el mayor PNP Erick Acosta, acudieron a la zona de Urahuchoc - Ancashmarc, sector denominado “La Mina”, donde hallaron despojos del ganadero desaparecido. A unos 500 metros de la caverna, después de ascender unos 300 metros y escarbar, encontraron varios huesos en un área de 4 metros cuadrados. 

Los restos óseos humanos presumiblemente son de Pío Mejía. El año 2017, se capturó a Pedro Cajamalqui Barzola (31), quien figuraba como uno de los más buscados por el secuestro y desaparición de Pío Mejía.