​La historia de Gisela, la niña desaparecida acabó trágicamente
​La historia de Gisela, la niña desaparecida acabó trágicamente

La angustia habría llegado a su fin con una lamentable noticia. La alegría risueña de la escolar Gisela Mayta Paredes (12) no volverá a verse, y es que ayer, su presunto asesino fue capturado alrededor de la comisaría de Millotingo (Huancayo) cuando rondaba al parecer con la intensión de entregarse. Cesario Cainicela Flores (18) habría manifestado a las autoridades que la noche del lunes aguardó a Gisela a una cuadra antes que llegara a su casa, la redujo y minutos después la habría llevado a un descampado para abusar de ella y luego arrojar su cadáver al río Mantaro. El cuerpo de la menor que cursaba primero de secundaria en San Jerónimo de Tunán aún no ha sido ubicado desde hace siete días. Para la Policía, la menor habría intentado defenderse del abuso y su atacante la habría asfixiado hasta ahogarla.

PERICIAS. A las 17 horas de ayer policías de División de Investigación Criminal de Huancayo trasladaron a Cesario hasta el lugar donde habría ocurrido el asesinato de Gisela. Llegaron hasta el sector de la Carretera Central conocido como La Huaycha donde habría arrojado su cuerpo al Mantaro. Al lugar también habían llegado aproximadamente cincuenta enardecidos pobladores de San Jerónimo de Tunán que trataron de hacer justicia con sus propias manos. La gresca obligó a los policías y fiscal que realizaban la diligencia retirarse de la zona. Debido a la oscuridad, se detuvieron las labores de búsqueda del cuerpo de Gisela. Hoy las autoridades continúan con las diligencias. Los padres y familiares exigen justicia, mientras que las autoridades buscan el cuerpo del delito para el esclarecimiento de los hechos.

PENOSO. Desde el lunes, Marcelino y Liz, padres de Gisela la buscaban y ahora exigen justicia. Se conoció que el presunto asesino de la menor sería trabajador de la actual pareja de Liz y sufriría de problemas mentales. Se continúan las investigaciones.