​Población de La Oroya vive con incertidumbre por subastas desiertas
​Población de La Oroya vive con incertidumbre por subastas desiertas

Han pasado 8 años y 10 meses (promedio) desde que el Complejo Metalúrgico de La Oroya paralizará temporalmente sus operaciones al 100%. En la actualidad, los trabajadores reclaman el reinicio de las operaciones del complejo acorde con los estándares ambientales. Sin embargo, es incierto el destino de este complejo metalúrgico, puesto que varias subastas realizadas fueron declaradas desiertas a la fecha.

PANORAMA. Durante varios años, los pobladores de La Oroya vivían de la economía que giraba entorno a la minería que era rentable; no obstante este movimiento económico desapareció.

Asimismo, después que el complejo metalúrgico suspendiera sus labores, un gran porcentaje de al menos 3 mil empleados que trabajaban allí, tuvieron que regresar a sus lugares de origen para conseguir algún trabajo eventual hasta que reabra el complejo. A diferencia, de otros que se quedaron y viven con ingresos que son para subsistir y que actualmente se encuentran en medio de la incertidumbre.

En ese sentido, cada día la población de la provincia de Yauli busca una alternativa para salir de la crisis económica debido a la paralización de las operaciones en la planta.

En agosto de 2015, los trabajadores de dicha empresa iniciaron una huelga exigiendo la flexibilización de la legislación ambiental para permitir la reactivación del complejo. Meses después, el Gobierno Nacional, aprobó un Decreto Supremo que modifica el Estándar de Calidad Ambiental (ECA) para aire.

A pesar de esa modificación, solo en el 2018, las subastas quedaron desiertas. La subasta de los días 1, 15 de marzo y 2 de abril de Cobriza quedaron desiertas. Al igual que de La Oroya, que se ejecutaron el 8, 22 de marzo y 9 de abril.

En declaraciones a un medio nacional, Luis Castillo, representante de los trabajadores, manifestó que los trabajadores sí planean comprar el complejo para reactivarlo y no descartó la compra de la mina Cobriza. “Los trabajadores vamos a comprar La Oroya; esto está definido. Nos deben US$ 120 millones, somos acreedores de La Oroya. Estamos viendo la mina Cobriza también”, afirmó.

Otra medida sería esperar otra ronda de subastas de Cobriza y de La Oroya, en donde cada activo baja su precio ante inversionistas que quieran comprar.

De otro lado, la Defensoría del Pueblo, alertó y considero como un conflicto social que a la fecha no se haya reactivado el complejo. Esto ocasionaría que los trabajadores y pobladores de la mencionada provincia acaten paros en un punto vital del centro del país, y cierren el pase en la Carretera Central, que anteriormente ya sucedió.

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